Productores de leche de Jalisco acusan de que la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) contribuyó a importar leche a más alto costo y de dudosa calidad, por lo que están pidiendo que «dé la cara» al titular Antonio Meade.
Al reclamo se han sumado los ganaderos de Aguascalientes y Chihuahua, quienes insisten en que los recortes a la compra de leche siguen sin parar.
Lanzaron luego el reto al Presidente Enrique Peña Nieto, en el sentido de que si está interesado en la compra creciente de leche fluida fresca para programas sociales, «los productores le tomamos la palabra», señaló Álvaro González Muñoz, dirigente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche.
Los más de 11 mil pequeños y medianos productores de leche proveedores de Liconsa -dijo- «estamos dispuestos a apoyar la iniciativa presidencial de atender con mayor intensidad el programa de lucha contra la pobreza y la desnutrición».
Recordaron los afectados que hace pocas semanas el secretario de Sedesol, José Antonio Meade Kuribreña, hizo pública una noticia que en principio los ganaderos lecheros recibimos con gusto: «Los programas sociales del Gobierno Federal no resultarán afectados por los recortes del presupuesto».
Del director general de la empresa Liconsa -sectorizada en Sedesol- Pablo Ramírez Puga, también mencionaron que en su momento dispuso reducir las compras de leche fluida en un 30 por ciento, lo cual condena a la quiebra a productores que año con año venían entregando su producto a la empresa y ahora, de «manera despiadada», desplaza la leche fresca y con todos sus ingredientes y la sustituye por leche rehidratada, sin crema, porque ésta la venden aparte, para beneficio de productores «que ni conocemos».
Álvaro González resaltó que el desánimo en sus compañeros productores de leche se ha dejado sentir precisamente ante el dicho del Presidente Peña, que dice que se dé prioridad a la leche de productores mexicanos; el titular de Sedesol, que afirma que no habrá recortes a programas sociales y la administración de Liconsa, que toma una medida contraria y drástica.
«Estamos seguros que ahora mismo, en la medida en que ha aumentado el valor del dólar en su paridad respecto del peso, costará más caro importar leche en polvo, lo cual abre posibilidades de que los ganaderos mexicanos resultemos beneficiados y en esta acción podrán ser incluidas las amas de casa beneficiarias del programa de abasto social», comentó el dirigente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche.
Luego agregó: «Urge que el secretario Meade dé la cara y aclare por qué se compró la leche de importación más cara -hasta en 10 mil pesos más- que al precio que se cotizaba internacionalmente. Sobre todo cuando se esperaba que bajara aún más de precio, según los expertos y ¿por qué la crema (la grasa que se extrae a la leche fluida que compra a productores nacionales) se vende mucho más barata que como se comercializa en el mercado?»
«Los riesgos de los tratados comerciales, no tenemos por qué asumirlos los productores de leche. Lamentamos que la Secretaría de Economía no ponga el cuidado en la calidad de la leche que se importa, porque es de segunda o tercera clase: la leche en polvo que se vende a México es descremada «ya no cuenta con sus principales ingredientes nutritivos». Esto significa que es de «mala calidad», apuntó.
El líder de los productores lecheros destacó que es muy importante que Liconsa mantenga el precio y los volúmenes de compra. Y de la misma forma realice y cumpla los acuerdos con los productores, con información clara y transparente, que no confunda a los productores. «A la fecha, añadió, lo acordado en Jalisco, Aguascalientes y Chihuahua, de que no habría recortes, éstos siguen sin parar».
Descartó el déficit de recursos fiscales para pagar la leche a productores que alega Liconsa considerando que «en el hipotético caso del recorte, por 542.5 millones de pesos, se compensa con el aumento al litro de leche al público, de un peso. En julio del 2015, costaba $4.50 el litro. Ahora vale $5.50. Esto significa que Liconsa tuvo un ingreso adicional de 800 millones de pesos respecto del presupuesto asignado».
Luego insistió: «La diferencia entre 800 millones de pesos por el aumento del precio por un peso, y el recorte de 542.5 millones, lo compensa de forma satisfactoria, con un sobrante de alrededor de 257.5 millones de pesos, que no sabemos dónde se encuentran».
Esto suponemos que es una tarea de la Secretaría de la Función Pública.
Solicitó al secretario Meade establecer compromisos con los productores de leche, para que los funcionarios de Liconsa no tomen represalias que les afecten, como ha venido sucediendo con amenazas de que si protestan ya no les van a recibir su leche, y que se dejen de inventar que la leche no reúne las condiciones de calidad. Que esto lo determine una autoridad, porque Liconsa se ha convertido en juez y parte.
http://www.oem.com.mx/eloccidental/notas/n4247235.htm