Pese a que el precio de compra venta de leche a ganaderos de Villamar está sujeto al deseo de los compradores, los productores no pueden acceder a mercados con precio de garantía, destacó Sergio Ruiz Andrade, presidente de la Asociación Ganadera Local, quien señaló que se busca competir en el precio a través de mejora genética en los hatos locales.
Actualmente, dijo, el precio de compra está regulado por los empresarios del procesamiento de lácteos a quienes se les entregan cerca de ocho mil litros de leche diarios, volumen cuya compra está sujeta a las variaciones de precios que establecen los mismos empresarios.
Pese a que a través del gobierno federal vía la paraestatal Liconsa se ofrece un mercado seguro y con precio de garantía, Ruiz Andrade destacó que la gran mayoría de los ganaderos locales se ven imposibilitados de acceder a este mercado por las exigencias en los estándares de calidad y producción que demanda la paraestatal.
De entrada, dijo, en caso de la venta a Liconsa, son los productores quienes deben llevar el producto a la planta donde es sometido a la revisión y control de calidad, en tanto que, a través de los intermediarios, los empresarios recogen la leche en los corrales, lo que implica un ahorro para los ganaderos.
En esa idea, dijo, se ha estado generando en esta región la práctica de inseminación artificial buscando siempre semen que pueda garantizar unas crías de alta producción lechera para mantener rentabilidad en la producción.
Actualmente, dijo, el precio promedio de compra que ofertan los empresarios es de cinco pesos por litro, lo que obliga a los productores a buscar en la inseminación artificial vacas que puedan rendir arriba de los 30 litros de leche por día para que la actividad pueda sostenerse.
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