Anuncian histórico acuerdo transpacífico

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Un bloque de 12 países de América, Asia y Oceanía, en el que figuran México, Chile y Perú, anunció hoy un histórico acuerdo para formar la Alianza Transpacífica (TTP, siglas en inglés), la zona de libre comercio más grande del mundo.
Los otros participantes de esta iniciativa, negociada desde hace cinco años, son Estados Unidos, Canadá, Australia, Brunei, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam.
Los firmantes de la TTP, reunidos en Atlanta, Estados Unidos, representan el 40% del comercio global.
La alianza todavía deberá ser ratificada por los Congresos de sus distintos países, pero donde enfrenta mayores obstáculos es en Estados Unidos, incluso en el propio oficialismo del Partido Demócrata, a pesar de que el proyecto fue impulsado por el presidente Barack Obama.
En negociaciones a marchas forzadas de último momento, los representantes de la alianza resolvieron los últimos diferendos que abarcaron mecanismos proteccionistas a sectores sensibles como el farmacéutico, de productos lácteos, endulzantes y automóviles.
El tratado todavía suscita rechazo entre diversos grupos gremiales, dentro y fuera de Estados Unidos, que temen la pérdida de empleos y el cierre de centros laborales.
El acuerdo podría provocar el efecto de una verdadera revolución en la industria y en sectores como los alimentos, donde podría inclusive haber cambios en los precios, aunque hubo excepciones como el de la carne de res en Japón y algunos productos lácteos de Nueva Zelnada.
En las últimas semanas, Obama apostó todo su caudal político para la aprobación de este instrumento, que se perfila como uno de los más importantes legados de su gobierno.
«El acuerdo logra la meta que nos impusimos: un acuerdo, ambicioso, integral, de altos estándares y balanceado que beneficiará a los ciudadanos de nuestros países», señaló jubiloso el Representante Comercial de la Casa Blanca, Michael Froman.
En una declaración, el presidente Barack Obama se mostró exultante por el resultado de las negociaciones y enumeró las ventajas que reviste este acuerdo respecto a otros anteriores.
Por ejemplo, señaló que se incluyen compromisos laborales y ambientales más fuertes, se promueve un Internet abierto y se refuerzan las «relaciones estratégicas» de Estados Unidos con sus socios y aliados en la región.
«Si podemos hacer que el acuerdo llegue a mi escritorio, podemos ayudar a nuestros negocios a vender más bienes y servicios ‘Hechos en Estados Unidos'», señaló el jefe de la Casa Blanca.
Obama indicó que el acuerdo abonará en los mayores niveles de «transparencia y anticorrupción de la historia», por cuanto obliga a los países a ratificar o aceptar la Convención de Naciones Unidas Contra la Corrupción (UNCAC).
Los equipos negociadores concluyeron sus maratónicos trabajos a las 5 horas de hoy tiempo de Atlanta (15 GMT), a pesar de que estaba originalmente programado que terminaran el pasado 2 de octubre.
Froman agradeció a los representantes comerciales de los otros 11 países haber accedido a continuar las pláticas a pesar de las divergencias y dijo que funcionarios de cada nación continuarán trabajando para finalizar el texto, a fin de que pueda ser firmado y quede listo para los procesos de ratificación interna.
Para Estados Unidos, el tratado permitiría aumentar sus exportaciones en 125.000 millones de dólares de aquí al 2025.
El gobierno estadounidense se prepara para hacer una campaña a fin de explicar las bondades del acuerdo pero los sindicatos, como la poderosa central AFL-CIO, están ya en pie de guerra bajo el argumento de que el acuerdo «es bueno para las corporaciones pero no para los trabajadores».
Ni la propia ex primera dama y candidata demócrata a la presidencia ha dado su brazo a torcer y se ha pronunciado sobre el tema, pero en el campo republicano, el magnate Donald Trump y precandidato presidencial ya lo rechazó por ser un «mal acuerdo».
En Estados Unidos, el proceso de ratificación empezará el año próximo y deberá durar al menos 90 días, pero por la «vía rápida» o «fast track» los legisladores sólo podrán rechazarlo o aprobarlo pero no introducirle cambios.
http://www.ansa.it

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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