La deuda de la empresa con las explotaciones asciende a dos millones.
El concurso de acreedores en el que está inmersa la empresa Lácteos Perez-Olveira, con domicilio social en Santa Comba y dedicada a la fabricación de quesos, amenaza seriamente la continuidad de cerca de doscientas granjas coruñesas, en su mayor parte de los municipios de Mazaricos, Vimianzo y Zas.
«Sentímonos indefensos, enganados e totalmente impotentes ante unha situación que a moitos nos vai deixar ao borde da ruína porque neste estado de cousas vai ser pouco menos que imposible recuperar o diñeiro», apunta un ganadero mazaricano al que le deben 49.000 euros. Otros se quejan de que la situación les ha generado conflictos familiares o incluso episodios de ansiedad y nervios: «A gandeira é miña nai, pero preferín vir eu porque ela está pasándoo realmente mal con isto», lamentaba otro productor, con impagados de 43.000 euros, a las puertas de la empresa.
Desfile de ganaderos
Durante los últimos días los ganaderos han ido desfilado por la sede de la compañía para concretar con los administradores concursales los importes que tienen pendientes y que, con total probabilidad, serán calificados como créditos ordinarios y, por tanto, los últimos en abonar en una hipotética liquidación de la firma.
Al parecer, el total de la deuda que tiene contraída la empresa con estas explotaciones supera los dos millones de euros, que se corresponden con el valor de la leche entregada entre los meses de abril y julio, así como durante la mitad del de septiembre. Paradójicamente, el mes de agosto les fue liquidado íntegramente. A esta cantidad hay que añadir además los gastos y comisiones bancarias generadas por la devolución de los pagarés que, en su día, la empresa emitió para hacer frente a las liquidaciones mensuales de la leche.
A lo que se adeuda a los ganaderos hay que sumar, según fuentes próximas a la empresa, 3,6 millones de euros que reclama la Agencia Tributaria, 2,8 más con la Seguridad y los propios trabajadores y otros 3,5 millones de un crédito hipotecario firmado con un fondo americano de capital de riesgo.
Los afectados son asesorados sobre el procedimiento
Además de reunirse con el administrador judicial, los afectados han tenido encuentros con responsables de distintas asociaciones de productores que los han asesorado sobre los pormenores del procedimiento concursal en el que se encuentran inmersos.
Así, les han hecho saber que sus deudas se califican como créditos ordinarios, por lo que, en el caso de que se opte por liquidar la empresa, serían los últimos en cobrar. Los primeros serían las entidades con préstamos hipotecarios y los trabajadores, y posteriormente organismos públicos como la Agencia Tributaria o la Seguridad Social.
En este sentido, desde Unións Agrarias se indicó a los afectados la posibilidad de exigir a la Administración gallega responsabilidades en este asunto por cuanto desde las consellerías de Medio Rural y Economía se tenía conocimiento de la situación contable de la empresa desde marzo. «A Xunta coñecía a situación e deulle cobertura legal ao proxecto de fusión que están levando a cabo Icos, Lasurgal e XesGalicia e do que caeu Lácteos Pérez por outras irregularidades que se atoparon. Ademais, sabía que a empresa non estaba pagando aos 30 días como obriga a lei e non fixo nada», apuntó Roberto García, secretario general del sindicato en un encuentro con medio centenar de afectados.
También señaló que, en caso de que las queserías de Lácteos Pérez terminen formando parte del proyecto auspiciado por la Xunta, los ganaderos afectados estarían en mejor disposición para poder recuperar lo que se les adeuda.
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