Otras granjas que se dedicaban a la producción de leche se están pasando al sector de la carne, con costes más bajos.
Unas 200 explotaciones de ganado vacuno de leche han cesado su actividad entre los meses de enero y agosto de este año en la provincia de Lugo, según los cálculos de la organización Unións Agrarias, que, además, está apreciando entre los ganaderos una creciente tendencia a abandonar la producción de leche para pasarse al sector de la carne.
El sindicato calcula que en enero de este año había unas 3.800 granjas en la provincia de Lugo dedicadas al sector lácteo, mientras que en el mes de agosto, el número se había reducido hasta llegar a las 3.600. La tendencia al cierre de explotaciones es continua desde hace dos años. En enero del 2015, había en la provincia unas 4.200 explotaciones, que en el mismo mes de este año ya solo eran 3.800, lo que supone que unas 400 cesaron su actividad.
Roberto García, secretario general de UU.AA., asegura que el proceso de desmantelamiento de las explotaciones se está agudizando progresivamente. «Dende hai 18 meses estanse rexistrando máis baixas todavía e xa non é por falta de relevo xeracional, senón porque non son viables».
Muchos ganaderos no pueden cesar la actividad porque las ayudas recibidas les obligan a seguir durante cinco años
García señaló que si todavía no cierran más explotaciones lacteas es porque «os gandeiros non poden deixalo, xa que fixeron grandes inversións nos establos e para o ordeño e non poden deixalo así como así. Ademais, en moitos casos, teñen o compomiso de permanencia na actividade durante outros cinco anos polas subvención que teñen recibido».
Otro de los factores que obligan a los ganaderos a mantener la actividad, según subraya el secretario general de UU.AA., es que «en moitas ocasións, para que os bancos lles deran os préstamos que necesitaban para modernizar as súas explotacións, puxeron como aval a propia vivenda e así teñen que continuar, aínda que as granxas non sexan rendibles».
SECTOR CÁRNICO. La crítica situación que están viviendo las explotaciones lácteas, tanto por una caída de precios derivada de la saturación del mercado internacional como por la reducción del consumo en España, está llevando a los ganaderos a cambiar de actividad y dejar la producción de leche para pasarse a las reses de carne, porque el mantenimiento de las explotaciones resulta considerablemente más barato, aunque los precios también estén por los suelos.
Roberto García explica que «para unha granxa de carne necesitas máis terreo, pero a cambio os custes de mantenemento son máis reducidos, porque no fai falla tanto forraxe e pensos para que o leite que se produce dea a calidade esixida. Ademais, non están tan suxeitos á chantaxe dos precios e o labor é máis doado».
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