“Se puede hacer una enciclopedia con mitos sobre la leche, cuando es el único elemento real de la naturaleza y es necesario”

En una jornada organizada ayer por Enba, el nutricionista Bittor Rodríguez trató de desmontar las falsas creencias que hacen disminuir el consumo de leche.
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Organizada por Eusko Nekazarien Batasuna, Enba, el auditorio de Orona en Hernani acogió ayer la jornada Diferentes miradas al sector lácteo vasco, en la que expertos de distintas áreas profundizaron en las virtudes, problemas y controversias surgidas en torno a una producto vital en el sector primario de Euskadi.

En la nómina de participantes se hallaba el nutricionista Bittor Rodríguez, que impartió una charla bajo el títuloLos productores como agentes activos ante los falsos mitos sobre la leche.

¿Es necesario defender el consumo de la leche?

-El sector lácteo es un sector en crisis por el declive del consumo de leche por varias razones: las alternativas de supuestas bebidas parecidas, pero de origen vegetal, y muchos bulos en torno a la leche. Pero como es un elemento que afecta a la salud pública, desde el punto de vista de la alimentación, y también al sector lácteo, con importante presencia en Euskal Herria, el objetivo era desmotar algunas claves de los mitos en torno de la leche a los que algunas personas echan mano para argumentar no consumirla.

¿Cuáles son estos mitos?

-Se podría hacer una enciclopedia, desde razones pueriles como que somos el único mamífero que deja de tomar leche después del destete, a que la leche produce mucosidades, que hay mucha gente alérgica, que no se absorbe bien, que está plagada de hormonas… Hay muchos mitos que hacen que el consumo disminuya.

Entras en una cafetería y oyes pedir leche de soja, de almendras o de avena.

-Es una moda, una necesidad de cambiar de grupo de pertenencia, de adaptarse a una característica diferencial. Es un producto que en algunos casos puede llegar a parecerse composicionalmente a la leche, pero llegar a parecerse no significa en ningún caso que pueda ser sustituto de la leche. Los estudios al respecto son numerosos.

¿Por ejemplo?

-Pensemos que la leche es el único elemento real de la naturaleza. El resto de alimentos, como una lechuga o la soja, son plantas;el huevo, una unidad de fecundación de las aves y tienen su valor nutritivo. Pero la naturaleza ha provisto la leche para alimentar a los mamíferos durante un periodo de tiempo y contiene desde el agua hasta el resto de nutrientes que se necesitan en la etapa de crecimiento. Los adultos nos hemos adaptado a consumirla y es un elemento con un valor nutricional importantísimo. Se ha demostrado, con estudios contrastados, que los lácteos protegen ante enfermedades cardiovasculares. Es la mejor fuente de calcio, la mitad del calcio que consumimos en nuestra sociedad es gracias a la leche y a los productos lácteos. La industria alimentaria ofrece alternativas para que haya variabilidad en la dieta, pero afecta a un alimento que creemos que no es sustituible por ningún otro producto.

¿Que virtudes tiene la leche de vaca frente a las otras bebidas vegetales y viceversa?

-Desde el punto de vista legal, menos la de almendra, esas bebidas no pueden llamarse leche, para precisamente diferenciarlas de la leche. Las ventajas son bastantes claras. El contenido en calcio es mayor en general, menos en la de soja, que puede ser similar, pero se absorbe más porque la leche está pensada para que los animales la absorban fácilmente. Además tiene unas proteínas que hace que ese calcio penetre más fácil. Contiene lactosa que tiene vitamina D que, además de ayudar a la absorción del calcio, también contribuye a que se fije en el hueso, y una serie de ácidos grasos que, pese a ser saturados, no contribuyen a enfermedades cardiovasculares, incluso protegen de las mismas. El resto de bebidas se asemejan en contenido de proteínas y calcio, pero no en la calidad de esas proteínas ni en el aprovechamiento del calcio. Y no está probado que disminuyen el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Una lista larga.

-Es que no tenemos que olvidar que los alimentos no son solo nutrientes. En nuestro tejido productivo y cultural la producción de la leche pertenece a la historia. Hemos exportado la buena labor de ganaderos y hemos exportado también la producción de leche. No se puede decir lo mismo de los productos a base de soja, que provienen de otros países.

¿La intolerancia a la lactosa es más común que antaño o es otro mito?

-Es otro mito. Es cierto que hay un porcentaje de la población que tiene alergia a la proteína de vaca, un 2% de la población adulta, y en esos casos está contraindicada su ingesta. En cuanto a la intolerancia, los índices de prevalencia parecen ser algo mayores, en torno al 30% de la población, pero con rangos muy, muy variables. Algunos ni se enteran y otras personas tienen que dejar de tomar leche. La cuestión crucial es tener un diagnóstico, porque está de moda, por si acaso, dejar de consumir leche. Antes siempre hay que hacerse la prueba.

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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