Los supermercados en Francia están luchando por almacenar suficiente mantequilla para sus clientes debido a la escasez del producto lácteo que se atribuye a la creciente demanda mundial de repostería. En el país de la mantequilla, no se toman a broma la posibilidad de que sus célebres “croissants” tengan que hacerse con margarina en un futuro próximo.
Bretaña y Normandía han sufrido especialmente el impacto del aumento del apetito por cruasanes y mantequilla en Asia y Oriente Medio.
La escasez de mantequilla tiene su origen en una decisión de la Unión Europea de 2015 para suprimir el sistema de cuotas lácteas. A esto siguió un exceso de suministros de leche que llevó al colapso los precios mundiales, lo que obligó a los productores lácteos a reducir drásticamente su producción.
Esta caída en la producción europea coincidió con la demanda de mantequilla viviendo una recuperación, debido a investigación científica que sugería que las grasas saturadas no eran tan dañinas como se pensaba. Ahora, el actual entusiasmo por la repostería francesa en las economías emergentes parece haber sido el punto de inflexión, ya que ha disparado el precio del producto láctea en Francia (60% en el último año según datos oficiales), provocando carencia en este producto escaso.
Mientras que los clientes de los supermercados se abastecen de mantequilla donde pueden, las panaderías también han sufrido la presión. Para muchos panaderos, usar la mejor mantequilla en sus recetas es un motivo de orgullo y se niegan a sustituirla por la alternativa más barata, la margarina. Los panaderos no tienen más remedio que equilibrar los mayores costes alzando el precio de sus productos.
La escasez también está poniendo en peligro empleos y medios de subsistencia, ya que los pasteleros que no tienen suficiente mantequilla para mantener la producción reducen las horas de sus trabajadores. Como resultado, los pedidos de los mercados emergentes para productos de pastelería francesa están cada vez más insatisfechos.
El periódico francés Le Figaro ha descrito la carencia como “la peor desde la Segunda Guerra Mundial”, y en los últimos días ha publicado una “guía de supervivencia” ofreciendo a los lectores consejos para cocinar sin mantequilla. Con la Navidad a la vuelta de la esquina, el pronóstico es desalentador para los amantes del “bûche de Noël” (“tronco de Navidad”), un poste tradicional a base de mantequilla muy popular en los países de influencia francófona.