Las organizaciones profesionales agrarias (OPAs) leonesas han culpado hoy a la Junta de Castilla y León y a las instituciones de la provincia de «no haber hecho nada para evitar la pérdida de ganaderías en la montaña» tras la retirada de la recogida de leche.
En un comunicado, firmado por Asaja, Ugal-Upa, UCCL, Ucale-Coag y OPL, estas organizaciones han recordado los últimos actos de protesta de dos docenas de ganaderos derramando parte de la leche que las industrias les dejaron de recoger el pasado 1 de abril y cuyos «resultados obtenidos no son satisfactorios».
Tras cuatro movilizaciones durante las últimas semanas el balance es que aproximadamente la mitad de los afectados han encontrado un comprador, «independientemente de los precios a los que les liquiden las entregas y que en ningún caso se ha podido negociar».
Mientras, la otra mitad, doce en concreto, no han encontrado empresa que se interese por su leche (una producción de 3.100 litros diarios), por lo que «al día de hoy dan casi por abandonada su actividad como ganaderos de vacuno de leche», han denunciado las OPAs.
Asimismo, tampoco han dado resultado los contactos que las organizaciones han mantenido con alguna industria láctea para recoger la leche de estos ganaderos.
Un balance que los sindicatos han considerado un fracaso de la administración autonómica y de la provincia y que está «provocando una sangría más al tejido productivo y a la población del medio rural leonés».
Por todo ello, las organizaciones convocantes han vuelto hacer un llamamiento a la Consejería de Agricultura y a otras instituciones para que «agoten la última posibilidad, si es que existe, antes del cierre definitivo de estas ganaderías».
Unas acciones que pasan por compensar con ayudas a los ganaderos por las pérdidas que están sufriendo, y que llegado el momento, se les apoye económicamente para la reconversión a otros subsectores agroganaderos, como es el vacuno de carne extensivo.
Por último, las organizaciones han recordado que a este problema se suma los bajos precios lácteos, la inestabilidad por la firma de contratos a corto plazo y el incremento de ganaderos y cooperativas que están vendiendo toda o parte de su producción a precios inferiores a los 20 céntimos el litro.
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