Ocho años cobrando por la leche menos que nadie

Hay que remontarse hasta finales del 2007 para encontrar cotizaciones lácteas más altas que en el resto del estado. ¿Por qué sucede esto?
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Hay que remontarse hasta finales del 2007 para encontrar cotizaciones lácteas más altas que en el resto del estado. ¿Por qué sucede esto?
A pesar de poner en el mercado el 40 % de toda la leche española, y de ser la novena región productora de Europa, Galicia lleva años siendo maltratada en los precios que reciben sus ganaderos por la materia prima.
De hecho, hay que remontarse hasta finales del 2007 para encontrar cotizaciones lácteas más altas en la comunidad que en el resto del estado. Por aquel entonces, los ganaderos gallegos cobraban 49,15 céntimos por litro que entregaban a la industria. Eran 2,5 más que la media española y veinte por encima -un 45 %- de lo que perciben en este momento.
A partir de ahí, la evolución de las cotizaciones fue otra y mientras el producto autóctono empezó a depreciarse, el resto registró una caída más moderada. Tendencia que sigue manteniéndose, sin causas objetivas que los justifiquen, a día de hoy.
Los últimos datos publicados por el Fondo Español de Garantía Agraria, para la leche pagada en julio, señalan que los gallegos cobraron por su materia prima 27,6 céntimos por litro, 2,1 menos que la media del estado y seis por debajo de Andalucía (la región con los mejores precios). Galicia también sale perdiendo en la comparación con comunidades vecinas como Asturias o Castilla y León.
¿Por qué sucede esto? Desde el sector productor se cree que no existe ninguna causa objetiva que lo justifique más allá de las políticas comerciales de las distintas empresas lácteas. A la industria se la acusa directamente de querer deslocalizar hacia otras zonas donde sí promueven incrementos de la producción mientras en Galicia la penalizan. Resulta incomprensible que en explotaciones separadas por un centenar de kilómetros y que entregan la leche a un mismo comprador puedan existir diferencias de precios de hasta tres céntimos en función de la comunidad.
Las industrias, por su parte, se escudan en motivos como la distancia a los centros de consumo, las primas por volumen que pagan a aquellas explotaciones más dimensionadas (la mayoría están fuera de Galicia) o incluso la actividad de los primeros compradores sin industria. Critican que las medias de precios que abonan la mayoría de las industrias gallegas están por encima de los que publica el observatorio de precios de la Xunta y que solo las cotizaciones anormalmente reducidas de estos intermediarios hunden la media.
Los datos sobre las liquidaciones lácteas resultan todavía más sangrantes y agravan la brecha existente en los precios si se tiene en cuenta que la leche producida en Galicia posee unos porcentajes de grasa y proteína mayores que los que registran la mayoría.
A día de hoy estos parámetros son, junto con los referidos a la calidad bacteriológica (donde la leche gallega también destaca), los que tienen en cuenta las industrias para formar el precio final. Los estándares en los que se mueven la mayoría de empresas que operan en Galicia se sitúan en porcentajes de 3,8 para la grasa y de 3,2 para la proteína. Cada décima por encima de esas calidades se prima entre 18 y 30 euros por tonelada y se penaliza cuando no alcances esos valores.
Precisamente los ganaderos acusan a las industrias de ir incremento progresivamente esos porcentajes con el fin de realizar bajadas encubiertas del precio. Las lácteas alegan que estos aumentos en las calidades mínimas se deben a un intento de confluir lo máximo posible con el tipo de leche estándar del resto de Europa.
http://www.lavozdegalicia.es

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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