Los ganaderos cántabros son los más afectados por la crisis del sector lácteo, entre otras cosas, por la falta de cooperativas. Es necesario acortar distancias entre productores y consumidores y dar valor añadido a este producto.
Reconozco que las matemáticas nunca fueron mi fuerte, pero es que por más que hago números, no me salen las cuentas. Quizás lo que aprendí durante la carrera sobre nutrición animal y fisiología sea mentira o tal vez existan fórmulas mágicas que consigan que las vacas produzcan leche sin alimentarse. No lo sé, pero leo las ayudas publicadas en el BOE el pasado 28 de septiembre, y no entiendo nada. El Gobierno español destinará un fondo de 20 millones de euros para, supuestamente, paliar la crisis del sector lácteo. Sin embargo, solo podrán «beneficiarse» de dichas ayudas aquellas ganaderías que reciban por cada litro menos de 0,285 euros. Es decir, no se ayuda a los productores, sino a la industria láctea, que es la que pone los precios.
Quizás la culpa sea mía, que falté a clase el día que explicaron la fórmula mágica, pero que alguien me explique qué beneficio saca un ganadero que vende el litro de leche a esos precios, si tiene que pagar el pienso, el forraje, el veterinario, la luz, el agua… Eso sí, por el lado de la industria y de los intermediarios las cuentas me salen. La verdad es que de vez en cuando me paseo por el pasillo de la leche UHT y por las neveras de la pasteurizada del supermercado, y me pongo de mala leche, no puedo evitarlo, pero alguien se aprovecha de los consumidores y de los productores, y nadie hace nada.
Es necesario que visitemos explotaciones ganaderas y conozcamos de primera mano uno de los principales pilares económicos de Cantabria. Si el sector lácteo se hunde, nos hundimos todos.
La leche es el alimento más completo que existe desde el punto de vista nutricional, y gracias a las subvenciones podemos adquirirla a precios muy por debajo de los costes reales de producción. En Cantabria, además, existen iniciativas que permiten la compra directa de leche a los productores, y a precios por debajo de los de los supermercados: mientras que comprar 1,5 litros de leche pasteurizada a ganaderos cántabros cuesta entre 1,20 y 1,40 euros, en el supermercado el precio está entre los 1,60 y 1,70 euros. Hay máquinas expendedoras por todo Cantabria, e incluso ganaderos que hacen distribución a domicilio.
Los ganaderos cántabros son los más afectados por la crisis del sector lácteo, entre otras cosas, por la falta de cooperativas. Es necesario acortar distancias entre productores y consumidores y dar valor añadido a este producto. Es necesario que visitemos explotaciones ganaderas y conozcamos de primera mano uno de los principales pilares económicos de Cantabria. Si el sector lácteo se hunde, nos hundimos todos.
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