Los granjeros iban a celebrar anoche otra reunión para analizar su actual situación.
La nueva situación planteada en la cooperativa guitiricense Codegui, cuyos socios se ven obligados a vender leche para polvo desde principios de este mes al no haber renovado el acuerdo que mantenía con Leche Celta desde hace años, sigue sin alternativa. Los ganaderos -casi medio centenar, con explotaciones situadas en Guitiriz y en Vilalba, así como en los concellos coruñeses de Aranga y de Monfero- entregan la producción a la cooperativa, que actúa como primer comprador -ya lo hacía en los tiempos del contrato con Celta- y que la vende a Reny Picot.
El presidente de la entidad, Raúl Prieto, manifestó ayer por la tarde que no se había producido ningún cambio en los últimos días. La decisión de vender leche para polvo -que se paga a 0,18 céntimos el litro, poco más de la mitad de lo que se percibía cuando se mandaba a Celta, que en su planta de Meira la envasaba para Mercadona- es vista con temor por los responsables de la cooperativa y por los granjeros, que admiten que no podrán aguantar mucho tiempo la situación. Sin embargo, solo tres ganaderos se desmarcaron de esa postura, decidida en una asamblea.
Para anoche estaba prevista una nueva reunión en la sede de la cooperativa. Prieto manifestó que se podía esperar que algunos socios planteasen alguna alternativa, aunque desde que se supo que Celta no renovaría el acuerdo basándose en un exceso de materia prima para las actuales necesidades del mercado, no se logró ninguna otra opción para colocar la producción, que se sitúa en torno a los 26.000 litros diarios. Por otro lado, la Xunta expresó en días pasados su inquietud por la situación creada.
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