Cheddar. Suena bien, sabe mejor y por eso es el queso preferido de los británicos, que podrían ponerse a llorar muy fuerte si algún día desapareciera de la isla. Pues vayan sacando los pañuelos, darlings, porque ese día llegará cuando el Brexit empiece a tener efecto.
Si Reino Unido decide salir de la Unión Europea, se acabó el negocio para muchos productores irlandeses, que provee a su vecino con una tercera parte del queso que consume: el arancel que gravaría el cheddar con la friolera de 167.10€ por cada 100 kilos, lo que aumentaría en gran medida el precio para el consumidor con una consecuente caída de las ventas.
De ahí que los productores de cheddar estén pensando en pasarse a la mozzarella, lo que podría parecer una broma, pero no lo es.
El pronóstico es funesto y preparándose para lo peor, los fabricantes del tradicional queso irlandés piensan en la diversificación como medida salvadora. Y no sólo para ellos, sino también para la industria lechera, que actualmente destina el 20% de su producción a la elaboración de queso cheddar.
Que Reino Unido se quede sin queso sería mucho peor que cuando Rusia vetó los alimentos europeos durante el conflicto con Ucrania, lo que que acabaría pareciendo un picnic en comparación, dijo para Politico Conor Mulvihill, director de la Irish Dairy Industries Association.
Todavía es posible que Reino Unido firme un acuerdo con la Unión Europea que no imponga tasas sobre productos como la carne y el queso. Sin embargo, y por lo que pueda pasar, los granjeros, productores y vendedores irlandeses se han unido para pedir 25 millones de euros más como ayuda a la diversificación en nuevos mercados, una estrategia promovida por el comisario de agricultura de la UE Phil Hogan.
Algo similar podría suceder en el resto de industrias alimentarias en Irlanda, ya que el 40% de sus exportaciones van a parar a Reino Unido.
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