Los especuladores toman el lácteo gallego

Los intermediarios controlan ya uno de cada cinco litros que se venden en Galicia; productores, expertos y sindicatos creen que son responsables de la crítica situación por los bajos precios.
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Los intermediarios controlan ya uno de cada cinco litros que se venden en Galicia; productores, expertos y sindicatos creen que son responsables de la crítica situación por los bajos precios.
Galicia produce diariamente alrededor de 6,5 millones de litros de leche, de los cuales cerca de millón y medio está en manos de primeros compradores sin industria. Es decir, de personas físicas, pequeñas empresas o incluso cooperativas que actúan como meros intermediarios entre ganaderos e industrias recogiendo cisternas de leche en el campo y vendiéndoselas luego al mejor postor.
Se calcula que en la comunidad operan más de una treintena de estos compradores no transformadores a los que se les culpa de distorsionar el sector liquidando la materia prima a precios que, durante el verano, no alcanzaron siquiera los 20 céntimos. Desde la Asociación de Empresas Lácteas de Galicia se les señaló en numerosas ocasiones como principales culpables del hundimiento de las cotizaciones medias de la leche en origen. Es ahí donde está buena parte del actual problema de precios que vive el sector y que ha vuelto a llevar los tractores a las calles.
Paradójicamente, lejos de reducirse, el volumen de recogida de estos especuladores sigue en aumento. Circunstancia esta que para distintos especialistas, como el profesor de economía aplicada de la USC Edelmiro López Iglesias, representa un signo preocupante. Sobre todo teniendo en cuenta que, debido a determinados factores, existe «un alto risco de que as industrias lácteas busquen a forma de eludir as obrigas derivadas do marco regulador».
De idéntica opinión son agrupaciones de productores como la Organización de Productores Lácteos que, directamente, solicita la eliminación de todos los primeros compradores que no sean cooperativa o industria. Para su portavoz, José Manuel Álvarez, esta sería una forma de acabar con parte de la especulación en el sector. Tal es su importancia que, incluso dentro del acuerdo para la sostenibilidad del sector lácteo promovido por el Ministerio de Agricultura, se instaba a la Administración a regular convenientemente la figura de los primeros compradores, sobre todo la de aquellos que no realizaban transformación del producto.
Pero si solo se dedican a sacar rendimiento económico de una transacción comercial ¿por qué suscitan tanto temor y rechazo? Principalmente por el marco regulatorio tan débil en el que se mueven, y por su escasa entidad empresarial. Actualmente no existe una normativa específica que establezca obligaciones para convertirse en primer comprador; casi cualquier persona con un teléfono o un ordenador y capacidad para comprar leche y después intentar venderla puede serlo. Ni se exige la demostración de una mínima solvencia económica que permita garantizar el pago de las transacciones que se puedan llevar a cabo.
El marco en el que operan
Este vacío legal propicia que la mayoría de estos intermediarios no dispongan siquiera de capacidad de almacenamiento del producto lo que les obliga a liquidar sus stocks, en ocasiones, casi a cualquier precio. Evidentemente las consecuencias de estos acaban siempre trasladándose al ganadero. «Son auténticas bombas de reloxería que en calquera momento poden estoupar deixando aos gandeiros colgados sen recollida e sen diñeiro», apunta Manuel Dacal, coordinador de la Federación Rural Galega. «Os primeiros compradores que non industrializan o leite son uns meros intermediarios que se lucran dunha parte do valor do produto, disminuindo os beneficios dos gandeiros. Son un elemento distorsionador que perxudica a tódolos elos da cadea», explican desde Asaja Galicia.
También Unións Agrarias reconoce el problema por la actuación de estos intermediarios «máxime neste novo escenario de liberalización da produción no que ser move o sector, e no que existen tan poucas garantías en caso de que non se cumpran os acordos». El también responsable de ganadería de UPA a nivel nacional explica que ha pedido al ministerio que se exija un aval que permita cubrir, al menos, tres meses de la actividad de los intermediarios.
«O leite subiu seis céntimos, pero a nós non nos chegou un peso»
La muralla de Lugo vuelve a estar rodeada de tractores. Tres meses después de la gran protesta que forzó el pacto del sector lácteo, los ganaderos volvieron a tomar ayer el centro de la ciudad, convocados por Agromuralla, asociación nacida de la escisión de la Plataforma en Defensa do Sector Lácteo, con la que rompieron en desacuerdo con su política de bloquear industrias y cadenas de distribución. Centenares de vehículos agrícolas (hasta 700, según los organizadores) estacionaron alrededor del monumento con la intención de no marcharse hasta que no consigan compromisos por escrito de que se va a cumplir el acuerdo firmado en Madrid en octubre. Tras leer un comunicado con sus reivindicaciones, los ganaderos se dividieron en grupos y se dirigieron a las cadenas de supermercado. Empezaron en Carrefour Express y Dia, donde retiraron de los lineales los cartones de leche que se vendían por debajo de 0,60 euros el litro, y algunos productos lácteos más.
Mientras, en A Coruña, la protesta convocada por la Plataforma en Defensa do Sector Lácteo empezó a notarse a las 7.30 horas, cuando unos cuarenta tractores procedentes de la zona de Ordes, Mesón do Vento, Arzúa, Arca o Lavacolla llegaron al puente de A Pasaxe. En ese momento comenzaron los problemas de tráfico, que afectaron especialmente a la avenida de Alfonso Molina. Las retenciones, que en algún momento llegaron a convertirse en colas kilométricas en sentido entrada a la ciudad, tuvieron más repercusión en el acceso hacia el centro comercial Carrefour, en donde aparcaron sus máquinas sobre las ocho de la mañana.
Los ganaderos (a los que se sumaron otros 35 tractores más procedentes de Ferrolterra y Betanzos a mediodía) optaron por parar a los clientes que se dirigían a los aparcamientos del centro para explicarles cuáles eran sus reivindicaciones, e incluso le entregaban un panfleto. Al parar los vehículos para atender a los tractoristas se produjeron importantes retenciones, por lo que muchos consumidores cambiaron de rumbo y se fueron a hacer la compra a otros hipermercados.
Los productores explicaron que sus protestas anteriores solo han servido para incrementar en seis céntimos el precio de venta de la leche, que se encarece para el consumidor «metres que a nós non nos chegou un peso». Aseguran que el mayor problema está en las distribuidoras de origen francés, como Carrefour, Dia y Alcampo, «que compran o leite en Francia e Portugal máis caro que aquí», por lo que pidieron a los clientes que opten por la leche con el indicativo «100 % galega».
http://www.lavozdegalicia.es

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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