Lactalis, el gigante blanco que hace hervir a Valladolid

La firma francesa es el primer grupo industrial lácteo en facturación, posición a la que ha llegado tras hacerse con no pocas empresas, como Lauki, que está a punto de desmantelar.
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La firma francesa es el primer grupo industrial lácteo en facturación, posición a la que ha llegado tras hacerse con no pocas empresas, como Lauki, que está a punto de desmantelar.
@laukienlucha, @laukiforever, #laukinosecierra… Las redes sociales reaccionaron al instante al anuncio del grupo Lactalis de cerrar la planta de Lauki en Valladolid, de la que dependen 85 familias y que durante más de medio siglo ha sido un icono de la industria vallisoletana. La sociedad, pero también el Ayuntamiento, la Diputación y la Junta, han hecho frente común para salvar una factoría de la que, además, depende el centenar de ganaderos que cada día entrega su producción en esta planta. El alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente, ha llegado a amenazar al gigante francés con boicotear sus productos si sigue adelante con su intención de desmantelar la fábrica. En la Diputación, todos los grupos políticos, con su presidente a la cabeza, Jesús Julio Carnero, mostraron esta misma semana su apoyo a los trabajadores, al tiempo que exigieron el mantenimiento de Lauki. En la Junta, su presidente, Juan Vicente Herrera, se mostró especialmente duro y contundente al conocer las intenciones de Lactalis, que tachó de «más que dudosas».
Pero, ¿quién es el grupo que ha conseguido movilizar en su contra a amplios sectores de la sociedad? Según los datos del propio Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el Grupo_Lactalis Iberia ocupa el primer lugar en el ránking de industrias lácteas españolas, con unas ventas superiores a los 1.180 millones de euros y más de 1.100 trabajadores. A continuación se sitúa Danone, con 950 millones de euros en ventas y 1.300 trabajadores y, en tercer lugar, la burgalesa Calidad Pascual que, con sus 705 millones de euros en ventas (según los datos de 2013 recogidos en el informe del pasado ejercicio del Ministerio), es la que tiene un mayor número de trabajadores, por encima de los 2.200. La cuarta es la Corporación Alimentaria Peñasanta S. A. (Leche La Asturiana), con 677 millones de euros en ventas y 1.200 empleados, seguida por Industrias Lácteas Asturianas (Reny Picot) y la Cooperativa Valle de los Pedroches Covap (una de las suministradoras de Mercadona). Los cuatro últimos de la lista «top10» son Senoble España, Iparlat, Leche Celta y Grupo Leche Río.
La realidad es que las diez primeras firmas de la lista copan el 66 por ciento del mercado español. Es, por lo tanto, Lactalis-Puleva el primer grupo lácteo pero, además, la primera empresa productora de lácteos del mundo y la segunda alimentaria, por detrás de Danone. Propiedad de la familia Besnier y con base en Laval, Mayenne (Francia) su historia se ha ido fraguando a base de grandes compras, hasta alcanzar su dimensión actual. Así, en 2006 se hizo con el grupo italiano Galbani, en 2009 con la fabricante suiza de queso Baer, y en 2010 adquiere la parte quesera de Forlasa. Es ese año cuando da el gran salto cuantitativo y cualitativo al ejecutar la compra, por 630 millones de euros de Puleva Food, la división láctea del grupo Ebro Puleva. Con esta operación consiguió una cuota de mercado de la leche con marca del 12 por ciento, solamente superada por Central Lechera Asturiana, que ostenta el 15. La asturiana, por cierto, perdió en la puja por comprar Puleva. La operación fue vista en el sector con recelo por cuanto suponía concentrar el poder en un grupo francés y porque acababa con las aspiraciones de contar con un gran grupo lácteo español. Y por si fuera poco, en 2011, Lactalis se hizo con el grupo italiano Parmalat, con lo que se convirtió en el primer conglomerado de productos lácteos del mundo.
Compras, desinversionse y desmantelamientos
En la órbita autonómica, la firma francesa también ha desarrollado numerosas operaciones de compras, desinversiones y desmantelamientos. Así, siendo aún Puleva, se puso fin a otra histórica, la salmantina Ledesa, posteriormente se deshizo de la planta de León, que se convirtió en Lactiber (formada por las cooperativas Iparlat y Covap) y que es una de las grandes productoras de leche para Mercadona. En 2006 adquirió otra de las «joyas de la corona» de Castilla y León al comprar a Nestlé la planta de Peñafiel (Valladolid) en la que se elabora el queso de oveja Flor de Esgueva. Es, precisamente, ésta una de las tres fábricas que, incluida Lauki, Lactalis aún mantiene en la Comunidad. La tercera es la planta de Zamora que en 2007 Kraft vendió a Lactalis, aunque sólo el negocio de queso fresco, bajo la marca Mamma Louise. Emplea actualmente a 70 trabajadores, frente a los 91 que tenía cuando fue adquirida.
Grandes centros
Lactalis-Puleva cuenta con cuatro grandes centros de producción, cinco con Valladolid, en los que ha ido concentrando toda su producción. En Granada, donde se encuentra la central en la península, la producción supera los 225.000 litros de leche, cifra similar a la de otras de sus plantas, la lucense de Villalba. En esta provincia cuenta también con otra fábrica, en Nadela, en la que se elaboran más de 105.000 libros. Por último, la factoría de Mollerusa (Lérida), con una producción de más de 185.000 litros. En Valladolid, el pasado año, se llegaron a elaborar más de 94.000. Además, en Marchamalo (Guadalajara) cuenta también con una factoría destinada a la fabricación de postres lácteos que ha ido absorbiendo producción de otras plantas.
Con este panorama, la firma francesa justifica su deseo de cerrar Lauki en la necesidad de concentrar los procesos de fabricación para conseguir hacer sus factorías más competitivas ya que, argumentan, ninguna está aún a pleno rendimiento. En su defensa, los representantes sindicales en la planta vallisoletana insisten en que las cifras son positivas hasta el punto de que el pasado año se alcanzaron unos beneficios de dos millones de euros. Señalan, además, que si la producción ha disminuido se debe, precisamente, al traslado de líneas de producción a otras plantas que se llevó a cabo ya hace varios años y que obligó a los trabajadores a iniciar movilizaciones debido a sus temores (finalmente no infundados como se ha demostrado) de que el objetivo de Lactalis era desmantelar la planta. Entonces, la Consejería de Agricultura y Ganadería amenazó con presionar a El Árbol para que no adquiriera a Lactalis su marca blanca si se cerraba Valladolid.
Lo cierto es que el desasosiego no es sólo de los empleados de Lauki. sino también del centenar de ganaderos que entregan cada año más de 70 millones de litros de leche a la planta vallisoletana. De momento, el grupo francés asegura que seguirá haciendo la recogida e, incluso, ha anunciado su intención de aumentar las entregas hasta en un cinco por ciento, con los precios en las condiciones actuales de mercado. En principio, la producción se destinaría a las plantas de Lugo y Guadalajara, aunque en las organizaciones agrarias no pueden evitar el temor a que las recogidas también tengan fecha de caducidad.
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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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