Mantendrá los contratos y las entregas podrían incrementarse un 60 por ciento.
El anuncio de Lactalis de cerrar la planta de Lauki de Valladolid mantiene abiertos dos frentes, el de los empleados que perderían su puesto de trabajo, y el de los ganaderos encargados de abastecer de leche a la planta. Ambos confluyen en un único punto como es el evitar que la multinacional francesa clausure las instalaciones vallisoletanas. Ayer, Lauki estuvo también presente en la Interprofesional Láctea que se reunió en Madrid para avanzar en la decisión de la UE de que cada Estado se autoregule para adaptar la oferta a la demanda y, en definitiva, reducir la producción de leche y conseguir así que los precios empiecen a subir.
En este escenario, se habló de los efectos que el cierre de Lauki podrían tener sobre los ganaderos que hasta ahora venían suministrando la materia prima a la planta. Directivos de Lactalis, presentes en la Interprofesional, confirmaron el deseo del grupo de seguir con la recogida de leche y trasladarla a otras plantas de la compañía, según señaló el responsable autonómico de UPA, Aurelio González.
A Lugo y Guadalajara
Lo cierto es que más de un centenar de ganaderos de las provincias de Ávila, Palencia, Zamora y Salamanca, suministran al año unos 70 millones de litros a la planta vallisoletana, producción que podría derivarse a las plantas de Lactalis en Lugo y Guadalajara. Según Aurelio González, la compañía ha intentado transmitir tranquilidad a los ganaderos al asegurar que mantendría los contratos e, incluso, con la posibilidad de incrementar un cinco por ciento las entregas. Sin embargo, el secretario regional de COAG señaló que aunque «ellos intentan minimizar el impacto del cierre, nada nos garantiza que en unos años se acabe por dejar de recoger esa producción». Y es que, a su juicio, cuando desaparece una fábrica, el tejido productivo que hay alrededor también acaba por desaparecer como sucedió en la Comunidad con las azucareras que aglutinaban a su alrededor cultivos de remolacha que se han ido abandonando tras los cierres. Por ello, insiste en que la planta vallisoletana continúa abierta y pide al Ministerio de Agricultura, administraciones y partidos políticos que tengan «la misma firmeza» del alcalde de Valladolid, Óscar Puente, a la hora de defender a los trabajadores que se pueden quedar en la calle y a las explotaciones lácteas.
Desde UCCL, su coordinador, Jesús Manuel González Palacín, pidió ayer a Lactalis que explique su compromiso con Castilla y León, ya que tiene otras fábricas que han recibido «dinero público». Además, incidió en que si finalmente cierra la planta de Lauki en Valladolid, la Junta debe llevar a cabo una «intervención» y llevar a cabo «medidas», ya que «no es de recibo» el anuncio de la multinacional francesa. «No se pueden hacer las cosas por las bravas», incidió, a la vez que pidió que se lleve a cabo una «negociación» y «no sólo me voy y ahí te quedas».
Con el caso del anuncio de cierre de Lauki en la mano, Palacín instó al Gobierno regional a «preguntar» a las empresas que se instalen «qué quieren ser de mayores en Castilla y León» y «cual se su compromiso» con esta tierra.
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