La OPL advierte del cierre de 57 granjas en la comunidad, según datos del Fega.
«La unión de los ganaderos de leche necesita la tutela de las administraciones públicas hasta ésta sea capaz de existir sin este apoyo, porque la experiencia nos dice que, si no, las industrias lácteas la dinamitan. Y para que este concentración de oferta funcione lo que hace falta es que se le dé fuerza, pero no más subvenciones», defendió el portavoz nacional de la Organización de Productores de Leche (OPL), José María Álvarez, que señaló que no es suficiente con pedir la concentración de la oferta para negociar con la industria el precio de la leche. «Si la Administración no vela por la unión —ya sea en cooperativas, organizaciones de productores o de cualquier otra forma— aportándole fuerza seguiremos como hasta ahora, haciendo las cosas muy bien», ironizó Álvarez.
La OPL sostiene que desde enero «se han cerrado unas 50 explotaciones al mes de vacuno de leche», según se desprende de los datos del Fondo Español de Garantía Agraria (Fega), organismo que depende del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama).
Las últimas declaraciones obligatorias de leche, publicadas a final de noviembre, registran 16.562 productores, señalan frente a los 17.090 de enero. Es decir, 528 productores menos en el conjunto del país, de los que 57 son de Castilla y León —los datos no aparecen desglosados por provincias—.
José María Álvarez denunció que las zonas más perjudicadas por los cierres «son las más rurales, las de montaña, con pueblos más pequeños, con menor población» y añadió que «hace solo unos pocos años en España existían 20.000» granjas de vacuno de leche. «El problema es que ninguna promesa llega el campo y no se puede mantener con miserias y migajas un sector que necesita cambias estructurales, no coyunturales», indicó en referencia a las medidas adoptadas por las administraciones central y autonómica en los últimas meses.
«Que vengan al campo»
La OPL sostiene que, al margen de «una pequeña subida estacional de los precios que se produce siempre en otoño-inivierno, lo cierto es que el ganadero no recibe más por su leche por mucho que lo diga el ministerio. Si no, que vengan al campo a ver la realidad, igual consiguen llevarse un puñado de votos», señaló.
Por otra parte, abogó porque las ayudas a la industria transformadora repercutan de forma positiva en los productores. «No puede ser que, en algún caso, quienes más subvenciones ha recibido sea luego el que peores precios pagan al ganadero y existe algún ejemplo concreto de esto en Castilla y León», aseguró Álvarez.
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