La producción láctea, la más baja en tres años por la caída de precios

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Granjas gallegas reducen el ordeño porque con cada litro pierden dinero.
Nunca producir leche había resultado menos rentable de lo que lo es en este momento. Con los precios en origen más bajos del último lustro -apenas 27,5 céntimos por litro en septiembre- no resulta extraño que los ganaderos hayan optado por levantar el pie del acelerador y reducir el volumen de producción.
«Con estes prezos non se cobren custos, polo que canto máis litros vendes máis diñeiro perdes», resumen desde una de las principales explotaciones coruñesas. Es una conclusión a la que cada vez llegan un mayor número de productores, que optan por variar de estrategia y reducir drásticamente el ordeño en espera de que las cantidades que les pagan por su leche se recuperen. Una técnica es reducir la alimentación de pienso, con lo que el animal produce menos.
Este cambio ha provocando que Galicia haya pasado, en poco más de un año, de batir su récord mensual de producción -225 millones de litros en mayo del 2014- a registrar el menor volumen de entregas a la industria de los últimos tres ejercicios. En agosto, último período contabilizado hasta el momento, los 9.300 ganaderos que permanecen en activo sacaron al mercado un total de 184,5 millones de kilos de leche, 28 millones menos que durante el mismo período del 2014.
Paradójicamente, en el conjunto del estado no solo no se produce esta caída, sino que incluso se registra un incremento de las entregas superior al 4 %. Este extremo alimenta la teoría sostenida por alguna organización profesional láctea, que acusa a la industria de querer deslocalizar la producción desde Galicia -principalmente pagando precios inferiores a los del resto de las comunidades- hacia territorios más próximas a los grandes núcleos de consumo.
Sin noticias de los contratos
Se han registrado pequeños movimientos pero, de momento, el acuerdo lácteo, que entró en vigor el pasado fin de semana, sigue sin tener un reflejo claro en los contratos lácteos. Ni, por tanto, sobre las cotizaciones.
Si bien algunas lácteas como Celta y Larsa (propiedad de la asturiana Capsa) -segunda y tercera que más producción recogen en Galicia, respectivamente- han realizado propuestas de retirar los contratos con precios a la baja que pretendían presentar en septiembre e incluso ofertado nuevas cantidades que oscilarían entre los 29 céntimos por litro recogido en octubre y los 31 de enero, otras no han llevado a cabo ningún movimiento en este sentido. Leche Río y Lactalis, que con 1,5 millones de litros diarios, es la principal láctea que opera en la comunidad, todavía no han movido ficha o, si lo han hecho, ha sido únicamente con ofertas a ganaderos individuales de algunas zonas.
Nestlé, por su parte, ha reiterado su disposición a seguir fijando sus precios en función de los índices propuestos por la interprofesional láctea. Otras como Feiraco mantendrán reuniones esta semana con sus socios para fijar una postura en este sentido.
Mientras, prácticamente todas las superficies comerciales han optado por subir el precio de sus marcas blancas entre 2 y 3 céntimos, por lo que, salvo ofertas puntuales, resulta difícil encontrarlas a menos de 58 céntimos.
El decreto de las ayudas llega hasta la Audiencia
El sindicato Unións Agrarias recurrirá en la Audiencia Nacional la nueva normativa del Gobierno central para otorgar ayudas a las granjas de leche. La disposición del ministerio establece una subvención general media por vaca de unos 300 euros para ayudar a las explotaciones que vendieron leche por debajo del coste de producción. En Galicia quedarían excluidas 5.300 granjas, es decir, más de la mitad de las que hay.
El secretario general del sindicato, Roberto García, denunció que se trata de una norma que «discrimina» en función de la autonomía, ya que establece que en Galicia se subvencione a quienes venden por debajo de los 24 céntimos, cuando en Andalucía se ha puesto el límite en 31 y en otras comunidades como Cataluña, Asturias o Cantabria ni siquiera se fija referencia.
La organización advierte, además, que en el cálculo de los costes de una explotación se incluye solo el trabajo por cuenta ajena, lo que obvia el carácter familiar del 85 % de las granjas gallegas, sostenidas por padres e hijos y que son también trabajadores.
Pero el nuevo decreto podría presentar, además, algunos interrogantes jurídicos. La normativa europea establece que las llamadas ayudas de mínimis no pueden establecerse en función del valor al que un productor vende su mercancía, lo que abriría la puerta a que Bruselas pudiese exigir en el futuro la devolución. «Chama poderosamente a atención que o Goberno diga que non introduce criterios obxectivos para referenciar un prezo sostible no acordo lácteo e agora fixe precios para repartir axudas», explicó García.
El futuro inmediato del sector lácteo empezará a aclararse en los próximos días; mañana hay una reunión en Madrid y sobre la mesa está pendiente de desarrollar en el seno de la Interprofesional Láctea -la mesa que agrupa a todos los agentes del sector- los puntos necesarios para garantizar la sostenibilidad de los precios en origen. En la actualidad, algo más de 3.000 explotaciones, casi un tercio del total, venden su materia prima a primeros compradores que no están sujetos al acuerdo.
http://www.lavozdegalicia.es

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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