Debe decidir si continúa con el juicio por la ocupación de su sede en 2008 por la anterior crisis.
La patronal láctea, representada por la Federación Nacional de Industrias Lácteas, se encuentra con el primer gran reto tras la firma del acuerdo del sector, ya que el próximo lunes se reabre el juicio contra los nueve ganaderos y representantes del sector ganadero de vacuno de leche que se encerraron en 2008 en su sede de Valladolid. Aunque este ncidente no tiene nada que ver con la actual crisis, sino con la de entonces, el mantenimiento del jucio, que va por lo penal, puede ser considerado como un mal paso para poder solventar los probemas actuales del sector.
Los hechos denunciados tuvieron lugar el 3 de septiembre de 2008 cuando un grupo de representantes del sector ganadero en Castilla y León –entre los que se encuentra el secretario general de ASAJA en Castilla y León, José Antonio Turrado–, protagonizaron un encierro de veinticuatro horas en la sede de la FENIL al fracasar las negociaciones sobre el precio de la leche y otros compromisos que se exigían, como la recogida de la totalidad de la producción.
Estas protestas que ahora se juzgan surgieron del mismo grupo que convocó hace unas semanas la Marcha Blanca de la Leche (ASAJA, UCCL y las principales cooperativas del sector). ASAJA considera que la denuncia de FENIL no debería tan siquiera de haberse admitido a trámite, ya que los hechos ocurridos, «que trascurrieron con absoluta normalidad sin daños a personas ni a bienes, hay que enmarcarlos en el contexto de una negociación y unas relaciones entre sector productor e industria agroalimentaria, donde las organizaciones agrarias buscan a veces efectos mediáticos para hacer valer sus reivindicaciones».
Sin embargo, «el empecinamiento de los responsables de FENIL por buscar el escarmiento sentando a responsables de las organizaciones agrarias en el banquillo del juzgado», según señala ASAJA, llega en un momento de crisis del sector lácteo, como el de hace siete años, y llega en un momento en el que se ha firmado un acuerdo entre las partes implicadas en la cadena de valor de la leche con el objetivo de evitar que el sector productor venda por debajo de los costes de producción.
Por eso, ASAJA lamenta que» cuando se ha dado un mensaje de unidad entre los distintos eslabones de la cadena, con la mediación del Gobierno, una denuncia por la vía penal de las principales industrias lácteas del país –se ha pedido la declaración testifical del dueño y presidente de Calidad Pascual, Tomás Pascual– deteriore unas relaciones siempre difíciles».
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