Pide un trato diferenciado y compensaciones para la comunidad.
El problema empezó siendo «coyuntural», después se culpó de la crisis del lácteo a la falta de organización de los productores en Galicia y solo ahora, tras el cierre de centenares de explotaciones, el Gobierno de la Xunta reconoce abiertamente que la desregulación del mercado es lo que ha puesto patas arriba un sector en el que solo unas 1.500 de las más de 9.000 granjas que siguen en pie en la comunidad obtienen beneficios con su actividad.
«Vivimos unha situación interna complicada dende o remate das cotas. Non sei se por falta de información ou porque críamos que o mercado se regularía», admitió ayer en Bruselas la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, quien se desplazó hasta la capital belga para reunirse con el responsable europeo de Desarrollo Rural, Mihail Dumitru.
Vázquez trasladó a la Comisión Europea la inquietud de los productores gallegos, quienes siguen recibiendo 28,8 céntimos por cada litro de leche que venden a la industria, la suma más baja de toda España, a pesar de producir el 40 % del volumen total que se comercializa en el país.
La situación no mejora, como se había prometido. Ni con el acuerdo lácteo firmado el pasado mes de septiembre en Madrid ni con los parches propuestos por Bruselas. La supresión de las cuotas lácteas ha inundado el mercado de leche, poniendo a los productores en manos de las grandes plataformas de distribución y hundiendo los precios. Esa es la razón por la que Vázquez solicitará hoy al responsable europeo de Mercados, Joost Korte, que intervenga con prontitud en el mercado para evitar una sangría mayor en los próximos meses: «Estou convencida de que hai que regulalo. Críase que o mercado podía facelo e o que se está comprobando ó longo destes meses é que, lonxe de regulalo, o está a estrangular, polo tanto en algo están fallando as regras que puxo sobre a mesa a Comisión Europea», aseguró antes de anunciar que insistirá de nuevo en la necesidad de subir el precio de intervención de forma urgente, «aínda que sexa nun espazo determinado durante uns meses mentres non haxa unha regulación do mercado». No está claro que lo vaya a conseguir. El comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, siempre se ha mostrado firmemente en contra de cualquier intromisión gubernamental para amortiguar el impacto del fin de las cuotas, aunque reconoció en respuesta a una interpelación de la eurodiputada de AGE, Lidia Senra, que la situación en España es «especialmente difícil».
Más facilidades
La segunda gran exigencia que Vázquez trasladó a Bruselas fue la de aumentar el peso y la influencia de Galicia en las negociaciones. La Xunta quiere que se otorgue a la comunidad un trato diferenciado atendiendo a sus especificidades, algo que ahora no ocurre: «Galicia é distinta ó resto das rexións e polo tanto necesitamos que se nos tenda a man, se nos entenda e nos dean maiores facilidades (…) A achega que facemos ó sector primario duplica ó resto de España e mesmo triplica a media da UE así que o papel que temos que xogar é máis importante que o resto das rexións», justificó la titular de Medio Rural antes de anunciar que pedirá más compensaciones para Galicia.
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