Estudio sobre la situación del lácteo revela que España es la cloaca de los excedentes europeos

Su autor pide reforzar a la industria láctea nacional a la que ve "débil, pero no malvada".
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Su autor pide reforzar a la industria láctea nacional a la que ve «débil, pero no malvada».
El economista Edelmiro López Iglesias, autor de un estudio sobre la situación del sector lácteo, ha abogado por reforzar la industria transformadora para permitir que España deje de ser una «cloaca» de los excedentes europeos de productos del ramo. López Iglesias, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), es autor de un informe titulado «El complejo lácteo gallego en un mercado liberalizado. Estrategias y políticas ante la desaparición del sistema de cuotas en la Unión Europea», financiado por el Foro Económico de Galicia. En una conferencia de prensa para presentar su estudio, el economista indicó que «España se ha convertido en los últimos años, y corre el riesgo de convertirse aún más en el futuro, en la cloaca en la que se vuelcan buena parte de los excedentes lácteos a nivel europeo en situaciones de dificultades en los mercados mundiales».
Subrayó que se trata principalmente de queso y otros productos lácteos elaborados que «entran a precios artificialmente bajos, muy inferiores a los que se venden en los países de origen, porque España funciona un poco como un sumidero», y lamentó, asimismo, que las autoridades no sancionen las prácticas de «venta a pérdidas», pese a disponer de instrumentos.
La entrada de camiones cisterna europeos hunde el precio nacional
Apuntó que cuando hay dificultades en el mercado europeo, tales como «la pérdida del mercado de Rusia o una situación estacional de exceso de producción, es fácil colocar a través de las cadenas de distribución en el mercado español» los excedentes.
López Iglesias indicó que basta «comparar el precio del litro de leche que reciben los ganaderos franceses con el precio de las cisternas de leche que están entrando» en España para proceder a una «constatación empírica», dijo.
«Si entra leche en cisternas a un precio menor del que reciben los ganaderos en Francia solo es posible porque va al mercado español a un precio muy inferior al que fue recogido a los ganaderos» franceses, y eso es «algo parecido al dumping» (venta por debajo del precio de producción)», comentó.
Destacó que el desplome de precios de los últimos meses en el mercado mundial, tras la desaparición del sistema de cuotas lácteas en la Unión Europea, es en parte consecuencia de la falta de medidas de prevención en España, además de una volatilidad de precios de las materias primas en general, pero apuntó que no se puede atribuir exclusivamente a los industriales.
Los bajos precios no son culpa de un industria «malvada, sino de un industria débil»
«La industria láctea es de los sectores con menor margen de beneficio» en España, subrayó, y apuntó que «los problemas de precio pagado a los ganaderos no se deben a que haya una industria malvada, sino una industria muy débil», que se limita a vender leche en lugar de derivados, que tienen mayor valor añadido.
Abogó por una «potente» industria para favorecer una producción con mayor valor para poder «cambiar las prácticas de distribución», un sector que «tiene un poder en España frente a la industria alimentaria que es mucho mayor que en cualquier otro país europeo».
En Galicia hay actualmente unas 9.300 explotaciones de leche y unas 350.000 vacas concentradas en 220.000 hectáreas, lo que representa un 7% del territorio gallego, expuso, en su análisis.
El economista destacó que Galicia figura entre las diez primeras regiones de la Unión Europea en producción de leche con unos 2,5 millones de toneladas anuales, aunque el 30% continúa siendo exportada en bruto, sin transformar.
Sugirió que para mejorar la competitividad es necesario incorporar 130.000 hectáreas más de terreno abandonado para producir alimentos para el ganado, en lugar de importarlos; aumentar la inversión en proyectos industriales; comercializar quesos y otros productos lácteos con mayor valor añadido o mejorar la formación de los ganaderos y adoptar políticas de colaboración público-privada.
Ve posible no un precio fijo, pero sí uno de mínimos como en Francia
Galicia es «la única de las diez primeras regiones lácteas europeas que está quedando al margen de fuertes inversiones industriales», dijo, y advirtió de que es «el signo más preocupante de cara al futuro».
Subrayó que «Galicia tiene un enorme potencial para consolidar su posición de liderazgo a nivel español entre las áreas más relevantes de la Unión Europea», pero eso requiere de una colaboración entre los agentes privados y públicos, que «debería haberse producido hace una década».
Apuntó que a la liberalización del sector lácteo, España llegó «con los deberes por hacer» y sugirió que la Administración pública, en particular el Gobierno gallego, tengan una actitud «más activa» utilizando instrumentos que ya existen, sin necesidad de nuevas medidas, pero no para «proyectos artificiales» o «zombies» que «acaban distorsionando el conjunto de la cadena láctea».
Manifestó que un «precio mínimo» de la leche fijado a los productores «no es posible legalmente» ni tampoco desde la perspectiva de una economía de mercado abierta, aunque sí «crear las condiciones» para que lleguen a acuerdos los diferentes actores que «garanticen un precio mínimo», como en Francia y otros países.
http://www.agroinformacion.com

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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