Antes, mucho tiempo antes, de Holanda llegaban piratas. Ahora llega leche. A Van der Does se le recibía a palos. A las 61 vacas frisonas y 4 toros limousine que desembarcaron este lunes en la Isla se les obsequió con una recepción de bienvenida. Y no es para menos. De sus ubres saldrán 38.000 litros de leche que abastecerán al mercado interior.
Sus anfitriones fueron este lunes los diez ganaderos que han invertido 142.000 euros en su adquisición. Solo Rita Naranjo, de Tafira, compró 20 más un toro. A ellos se les unió el consejero insular de Sector Primario, Miguel Hidalgo, que está al frente del departamento que prestó las instalaciones de la Granja del Cabildo, en Arucas, para la recepción y distribución de estas novillas, que llegaron en dos camiones frigoríficos de dos plantas. A sus espaldas llevaban cinco días desde Holanda a Cádiz por carretera y las jornadas de la travesía marítima hasta el Puerto de la Luz y de Las Palmas.
Hidalgo explicó que estas vacas llegan todas preñadas porque forman parte de un programa de reposición del ganado vacuno. El Gobierno canario destina una partida anual para subvencionar la compra con este fin de 1.100 vacas para todas las Islas, de las que el 80% van a parar a Gran Canaria, porque es la que cuenta con la cabaña bovina más numerosa. Cada una de estas vacas cuesta en torno a 2.000 o 2.200 euros, y la ayuda cubre 641 euros.
El de este lunes fue el primer reparto del año de cuantos organiza la Cooperativa de Ganaderos de Gran Canaria, que es la que gestiona estas adquisiciones colectivas junto a la empresa colaboradora Haricana. Además, no solo fue el primero, sino el más numeroso. No es habitual traer tantas a la vez. Para este ejercicio está previsto recibir unas 900 cabezas de este tipo de ganado.
Estas vacas, que no superan los 30 meses de vida, irán destinadas a la producción lechera. Cada una de ellas da de 24 a 30 litros de leche al día, unos 38.000 al año. Hidalgo confía que ayuden a duplicar la cabaña, de las 7.500 vacas actuales a 15.000.
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