Los ganaderos se han visto obligados a vender por debajo de los costes de producción.
El gobierno español aprobó este viernes una ayuda de 300 euros por vaca para los ganaderos más afectados por la caída de los precios de la leche y obligados a vender por debajo de los costes de producción.
Esta subvención, anunciada ya en agosto, tendrá un límite de 10.000 euros por explotación y debería beneficiar a las 1.700 granjas que producen leche vendiéndola por debajo de su coste de producción, anunció la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, tras el semanal consejo de ministros.
Otras 3.900 explotaciones, menos afectadas por la crisis, pero que no tienen beneficios porque han realizado grandes inversiones para modernizar sus instalaciones, cobrarán 110 euros por res.
Esta ayuda, por un monto total de 20 millones de euros, llegará a los ganaderos a partir de noviembre y se completará con fondos aportados por la Comisión Europea, añadió la ministra.
«Se inyecta una liquidez muy importante a todas las explotaciones de vacuno de leche español para que ninguna tenga que cerrar», dijo García Tejerina.
El sector lechero español concluyó un acuerdo esta semana que prevé que la industria láctea y la gran distribución paguen mejor a los productores de leche. Pero, no tiene el apoyo de las dos principales federaciones de ganaderos porque no marca un precio mínimo para la leche.
Según un portavoz de la Federación Rural Gallega (Fruga), los ganaderos deberían recibir entre 32 y 34 céntimos por litro de leche fresca para cubrir costes, pero los precios a veces son inferiores a 25 céntimos.
Los ganaderos españoles, al igual que los franceses y los portugueses, se ven afectados por la bajada del precio de la leche desde diciembre de 2014, como consecuencia del fin de las cuotas europeas en abril, tras 30 años de regulación, así como por el embargo ruso a los productos agroalimentarios, que contribuyó a congestionar el mercado europeo.
Simultáneamente, la demanda china, en pleno crecimiento después de 2010, se ha reducido de repente a la mitad.
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