«En 2019 esperamos que del 25% al 30% de nuestro mercado esté en el extranjero»

José Armando Tellado, director general de CAPSA FOODS | «España tiene que poder producir más, para atender a su consumo interno, que no cubre con su producción».
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José Armando Tellado, director general de CAPSA FOODS | «España tiene que poder producir más, para atender a su consumo interno, que no cubre con su producción».
La Corporación Alimentaria Peñasanta acaba de presentar sus resultados de 2015, en los que destaca, por encima de los 10,5 millones de euros de beneficios netos, la ganancia de un 10% de cuota de mercado en un entorno de reducción global de la demanda. Su director general, José Armando Tellado, dice que el meollo de su complicada tarea es, en el fondo, sencillo: «Se hace pensando en el cliente, y poniendo todo el foco en la calidad. Y en la leche, la calidad es el sabor». Y no se aleja en ningún momento de las raíces de la empresa: «Como somos ganaderos, podemos poner en el mercado el mejor producto, el consumidor lo valora, lo reconoce y gracias a eso estamos creciendo».
Con una cifra de negocio de 646 millones de euros en 2015, el beneficio neto es de 10,5 millones. ¿Qué espera de 2016?
«Pedimos a las partes que cumplan el pacto de estabilidad»
El modelo de CAPSA es diferente a otras empresas. No hemos hecho un ERE, no queremos cerrar plantas, sino crecimiento sostenible que dé futuro a los ganaderos asturianos. El plan estratégico está orientado a crecer en cuota de mercado, en negocio, en nuevos mercados y, a consecuencia del crecimiento, tener un resultado económico positivo, pero no al revés.
‘¡Anatema!’, clamará algún gerente de los que viven del balance anual.
No se trata de buscar el resultado económico con independencia del comportamiento comercial. Los dos primeros años tuvimos que hacer determinados ajustes y pusimos la prioridad en la gestión de balance y la de la cuenta de explotación, pero este año, ya hemos salido a crecer. Hay otros modelos que en el corto plazo pueden ser rentables e interesantes, pero el modelo de compañía que quiere CLAS busca futuro y sostenibilidad. No un ejercicio brillante, sino que todos los años crezcamos un poco. Lo nuestro es dar futuro a CLAS, y poder pagar a los ganaderos por encima del precio de mercado.
¿Sigue siendo el mercado español de la leche, como hace dos años, el más barato del mundo?
El segundo. El primero es Portugal.
¿Por qué?
Es sabido que la leche es uno de los productos que se usan para generar tráfico hacia las tiendas. El mismo producto de la misma marca y en el mismo distribuidor está 20 céntimos más caro en Francia que en España.
El precio de intervención
El presidente de Central Lechera Asturiana y de CAPSA, Bertino Velasco, dice que muchos ganaderos se ven obligados a vender su producción a precios de intervención. ¿Hay que subir ese precio?
Bertino lo explica muy bien. Dice que si en este momento hay un desajuste porque hay más producción que demanda, no deberíamos alimentar la mayor producción. Pero España tiene que poder producir más, para atender a su consumo interno, que no cubre con su producción. Son los países netamente exportadores, los que tienen una producción seis veces superior a su consumo, los que no pueden seguir creciendo, porque están inundando el mercado de leche. A nivel global, la producción de leche tiene que reducirse. En España, no.
Lo que reclama es un acuerdo global de la UE.
Por supuesto, pero no un acuerdo de café para todos. Nosotros cubrimos un 66% de nuestro consumo, pedimos que nos dejen crecer al 100%. Y que al que produce un 150%, se le recorte al 100%. Y a partir de aquí, crezcamos todos, o decrezcamos todos, pero juguemos todos con las mismas reglas, y recordemos que cuando España entró en la Unión Europea se nos cortó el desarrollo, y desde 1986 hasta 2015 no pudo crecer, mientras otros países podían hacerlo y exportar, porque sus cuotas eran muy superiores a su consumo interno. Es justo que quienes han creado este problema ahora se vean obligados a retroceder en su producción.
Luego hay que volver a las cuotas, al menos para los que producen de más.
No, reclamamos que no haya un crecimiento desorbitado de la producción en aquellos países que están inundando el mercado.
Pero para eso hay que instaurar una cuota.
No necesariamente, puede ser un recorte de producción, que no es una cuota. Que se les obligue a recortar la producción, y si lo quieres llamar cuota, lo llamas así. Si Europa y el mundo siguen produciendo por encima de la demanda, tendremos precios bajos para toda la vida.
¿La ganadería española ha quedado estructuralmente limitada, tras 30 años de cuota láctea?
No necesariamente. El problema es que los países exportadores han crecido mucho más en producción de lo que ha crecido la demanda. Todos los analistas en los últimos años apuntaban a un crecimiento de la demanda que no se ha dado. Lo que tenemos es el cierre ruso de las importaciones, que eran el 30% del queso y la mantequilla europeos. Y la apuesta por China, un mercado que en 2015 decreció significativamente, en 2.700 millones de litros equivalentes, la mitad de la producción de España. Al bajar la demanda, la proteína (la leche en polvo) pasa de 3.000 a 1.500 euros por tonelada, y la grasa, de 4.000 a 2.500.
¿Qué pueden hacer el Gobierno del Principado, o el Ejecutivo central, en Bruselas para instar a esa reducción de la producción?
(Se ríe). El Principado, apoyar a la ministra, y la ministra, trabajar en Bruselas para que España no salga perjudicada en un supuesto acuerdo.
¿Tenemos peso suficiente en Bruselas?
Eso lo debe decir la ministra. España representa más o menos el 10% de la población de la Unión Europea y el 8,4% del PIB. Ese es nuestro peso.
¿Qué puede hacer la Interprofesional Láctea frente a la inundación de leche foránea?
No hay soluciones mágicas. El camino a recorrer es el del respeto por la cadena de valor sostenible. Si queremos un sector sano y sostenible, tenemos que comprometernos todos los agentes. Queremos un contrato a largo plazo que llegue del ganadero al distribuidor, para que todos podamos trabajar de forma planificada. Promoviendo en los lineales los productos con origen español. Repartiendo, con justicia, la creación de valor en la cadena. Y para crearlo hay que no banalizar el producto, no utilizar la leche como producto reclamo.
Pero eso es un primer paso.
Sí. El siguiente paso está en Europa, que creó las cuotas y salió de ellas, dejando a los ganaderos endeudados, porque se hipotecaron para pagar las cuotas. Europa, que nos dejó en una producción por debajo del consumo, mientras que los países que tenían más cuota ahora tienen una ventaja de producción. Así no hablamos de competitividad en un mercado libre, sino de un mercado corrompido por un desequilibrio inicial. Pedimos que se reestablezca el equilibrio, y que todos compitamos en igualdad de condiciones.
Crecer fuera y en productos
CAPSA se propone diversificar su mercado, tanto geográficamente como en productos. ¿Cómo?
A nivel internacional existen dos caminos diferenciados, el de los productos de consumo y el de los productos industriales. Nuestro principal mercado de consumo es China, pero también tenemos mercados con potencial interesante en tres países de Latinoamérica y también en África, con productos que hemos diseñado específicamente para los mercados de exportación y que no comercializamos en España.
¿Qué tipo de productos?
Más económicos, con mayor fecha útil y con una composición nutricional adaptada a la población objetivo a la que nos dirigimos. Pueden ser productos con base líquida o, idealmente, productos a rehidratar, que tienen una mejor eficiencia logística y una mayor caducidad.
¿Y los productos industriales?
Queremos ser el socio de calidad de aquellas compañías españolas de exportación o multinacionales que operan con ingredientes lácteos en sus alimentos. Tenemos plantas especializadas en Lugo y en Asturias y estamos capacitados para crecer y ser el líder en productos industriales en España y desde España.
¿Qué porcentaje del negocio supone el producto industrial?
Aspiramos a transformar, en el horizonte de tres años, hacia los 200 millones de kilolitros de leche. No es un negocio residual. Entre 2017 y 2019, nuestro proyecto nos debería llevar a procesar 1.000 millones, así que esta parte sería un 20% de la producción final. Son leches en polvo, concentrados de leche y concentrados de suero, con distintos niveles de concentración y de aditivación, que pueden ser utilizados como texturizantes, ingredientes de otros alimentos como pizzas, congelados o elaborados cárnicos, por ejemplo.
¿Cuánto ha de suponer la exportación al final del plan estratégico?
Espero que podamos estar por encima de los 100 millones (de kilolitros de leche) en productos de consumo y por encima de los 200 millones en productos industriales. En tres años, espero que entre el 25% y el 30% de nuestro mercado esté en el extranjero. Viene a ser el 5% del total de la producción láctea española.
http://www.elcomercio.es/

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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