Productores y administración acuerdan la implementación de ayudas para facilitar esa transición
El Gobierno Vasco lanzará una línea de 2,5 millones de euros y facilitará el sello Eusko Label para comenzar a comercializar queso de vaca a mayor escala.
«Llevamos 25 años con esto y creo que ha llegado el momento de dar el paso». Xabier Iraola, coordinador de la asociación agraria ENBA tiene claro que ya ha llegado el momento de buscar una alternativa productiva que garantice el futuro del sector lácteo en Euskadi, que aunque bien estructurado, se encuentra condicionado por una excesiva dependencia de la comercialización de leche líquida. El 97% de la leche que venden los productores vascos se hace en formato líquido, lo que reduce sobremanera los márgenes de estos ganaderos y, tras la desaparición de la cuota láctea, no da la sensación de que el futuro augure un mayor desahogo. Por ello, tanto el sector como las administraciones han trazado un plan con un objetivo concreto: reducir esa dependencia hasta, al menos, el 90%.
Esa es una de las principales conclusiones a las que se llegó en la comisión del sector lácteo vasco que se celebró la pasada semana por primera en esta legislatura, para realizar una radiografía fidedigna de la situación de las explotaciones. «El sector lácteo se encuentra mejor que en el resto del Estado por una mejor estructuración y los acuerdos con comercializadores», apuntó el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria Bittor Oroz, tras la reunión entre productores, cooperativas, distribuidores y administraciones. El 100% de las explotaciones guipuzcoanas, el 60% de las vizcaínas y la mitad de las alavesas están asociadas en cooperativas productoras, de forma que de las 436 instalaciones que comercializan leche de vaca en Euskadi, una cifra muy importante tienen practicamente garantizada la recogida y un precio mínimo por litro. De hecho, Kaiku, la mayor cooperativa vasca, vende el 100% de su producción de leche a Iparlat, y ésta a su vez a Mercadona, gracias a un acuerdo suscrito entre distribuidor y productor. En total, 170 millones de litros de leche al año -también participan productores riojanos y de Burgos-, mientras que la producción total vasca en 2014 se situó en los 165 millones de litros.
Pero ante la guerra de precios tras el fin del sistema de cuotas en abril, el sector y las administraciones creen que ha llegado el momento de tratar de encontrar nuevas vías de ingresos para, sobre todo, los productores que están fuera del paraguas de las cooperativas. Aunque nadie quedará excluído, porque la administración facilitará ayudas a todos los que traten de implementar proyectos para producir derivados lácteos. «La supervivencia de todos los caseríos productores de leche pasa por poder vender la leche a un precio digno y no solo para poder cubrir los costes de producción sino para poder obtener un sueldo, pero junto con la venta de la leche líquida también será necesario fomentar la transformación de productos lácteos», destaca también el sindicato agrario EHNE.
Con las partes de acuerdo en este punto, el Gobierno Vasco anunció que habilitarán en el Plan de Desarrollo Rural (PDR) una línea de 2,5 millones de euros para financiar este tipo de iniciativas que reduzcan la excesiva dependencia de la leche líquida. Hasta un 40% de cada proyecto podría estar cubierto por fondos públicos.
«Es una gran oportunidad y sería primordial que esa posibilidad estuviera abierta también a cooperativas, para que hasta el 10% de la producción total se transforme en productos derivados», destaca Iraola, señalando principalmente a las posibilidades que se presentan a la cooperativa Kaiku en este sentido.
Uno de los mercados a explotar, sería el del queso de vaca, que no tiene apenas tradición en Euskadi y a través del que encuentra una vía de entrdada una buena cuota de la leche francesa y holandesa que llega hasta los establecimientos de la comunidad. El sector tiene claro que es difícil competir con la industria productora de Francia u Holanda, estructuradas y autorreguladas durante años y con exportaciones cuantiosas. «Jugamos en otra liga. No buscamos exportar. Las propuestas giran en torno a garantizar la supervivencia de los ganaderos lácteos vascos y potenciar el consumo de sus productos aquí», señalan desde el departamento de Desarrollo Económico y Competitividad.
Sello con el origen
Además de con ayudas económicas a los proyectos que fomenten alternativas a la leche líquida, el Gobierno Vasco -junto a las diputaciones- tratará también de apoyar la cooperación y de promocionar esos productos obtenidos a través de la leche de vaca recogida en las explotaciones vascas. El departamento de Agricultura tiene desde 2012 un proyecto validado de queso hecho con leche de vaca que servirá para establecer un sello de Eusko Label con el que sea más sencilla la comercialización de esas piezas y se garantice al consumidor su calidad. «Ponemos a disposición de los productores las marcas de las que disponemos», anunció Bittor Oroz en la comparecencia posterior a la mesa láctea .
Además, los productores también esperan que el Ministerio de Agricultura implemente la obligatoriedad de que en cada producto lácteo comercializado figure el sello de origen de la leche con la que está elaborado. Un certificado de referencia para que los consumidores puedan conocer de dónde procede la materia prima de dichos envasados.
Aún así, tanto productores, como distribuidores y administraciones saben que el trabajo no será fácil para que uno de cada diez litros de la leche que sale de los caseríos acabe como derivado lácteo. Por ello, el Gobierno Vasco también pondrá en marcha una campaña publicitaria para promocionar la leche líquida de Euskadi. «Hemos observado que se va reduciendo el consumo de leche líquida por bebidas de procedencia vegetal -soja, avena, …-, de forma que es nuestra obligación difundir las bondades del producto y recuperar consumidores», alertó Oroz. De esta forma, en los próximos meses se lanzarán spots para promocionar el consumo de leche.
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