El sector lácteo profundizó en el modelo poco rentable para la explotación

Desde la integración en la UE, el sector prosiguió en Galicia con un notable dinamismo productivo.
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Desde la integración en la UE, el sector prosiguió en Galicia con un notable dinamismo productivo.
Tenemos la percepción social de que el sector lácteo vive una crisis permanente. De manera recurrente copa un protagonismo notable en los medios de comunicación, con movilizaciones diversas, principios de acuerdo y nuevas expectativas. Pero cada vez que sus precios disminuyen por debajo de los costes de producción, el sector se revoluciona y deja en el camino una parte importante de sus exportaciones.
Si partimos de la incorporación del país a la Europa de los doce y el consiguiente establecimiento de cuotas a la producción láctea y la aplicación simultánea de mecanismos de estímulo al abandono de explotaciones no eficientes, el sector ha vivido una gran convulsión social, con la desaparición del 90% de las explotaciones lácteas, de 100.000 a menos de 10.000; y prosigue el ajuste.
Una convulsión que no se corresponde con la realidad económica del sector, pues a pesar de todas las dificultades, y de la percepción social de que estamos ante un sector que acusa crisis cíclicas, en las tres décadas transcurridas desde la integración en la Unión Europea, el sector lácteo ha acusado un gran dinamismo productivo multiplicándose por 1,6 y pasando de 1.600 de litros a 2.600 millones en el período comprendido entre 1985 y 2014; lo que ha tenido como consecuencia también otro incremento muy significativo, el de la participación de Galicia en la producción láctea española, pasando del 26,9% en 1985 al 38,8% en 2014.
Estas son las premisas que sientan las bases de un artículo publicado por José Luis Antuña Álvarez, director general de Feiraco dentro de los cuadernos del Consello Económico e Social de Galicia que muestran una interesante perspectiva de una industria que tiene condiciones para consolidarse como potencia láctea, aunque para ello necesite abordar acciones de ámbito estructural.
El autor dibuja el sector con un modelo productivo intensivo en insumos para alimentación animal, con un precio dependiente de la cotización internacional de cereales y oleaginosas y con un peso de los forrajes de producción propia escaso. Esta estructura productiva produce una gran dependencia, por lo que cuando el precio baja, la crisis vuelve de manera cíclica, lo que ocurre aproximadamente cada tres años. Si cualquiera que haya visto los tractores de lo ganaderos en las calles de las ciudades gallegas, se puede hacer al a idea de que el bajo precio de la leche es el factor determinante, esto no es exactamente así, porque en la actualidad los precios de las materias primas están muy bajos, con lo que existe un margen de explotación mayor. Lo que ocurre es que la desaparición de las cuotas ha traído consigo una mayor oferta y una menor demanda coincidente con una disminución del consumo.
El director de la cooperativa Feiraco aboga así por la reorientación del modelo productivo hacia producciones menos intensivas de leche con mayor contenido en grasa y proteínas, los sólidos lácteos indispensables para la industria de derivados lácteos; la mejora en la organización de la cadena de valor, de las relaciones entre ganaderos, industrias y distribución; y en materia de soluciones a medio y largo plazo, el incremento de la superficie agraria de las explotaciones, para lo que anima a una reforma agraria sobre la propiedad y la transmisión de la tierra que permita la reorientación del sistema productivo de las explotaciones hacia modelos menos dependientes de insumos externos. También la concentración de las cooperativas, eliminando ineficiencias de gestión y posibilitando la creación de grupos de mayor dimensión. La comercialización de leche por las cooperativas alcanza en España al 30% de la producción, frente al 60% en Alemania y Francia o el 80% en los países nórdicos y Países Bajos, conformados por grandes grupos cooperativos que además han hecho las mayores inversiones en el sector durante los últimos años.
José Luis Antuña afirma que nuestros problemas no son europeos, ni regionales; que la industria tiene el acceso a todas las fuentes de información sectorial y el conocimiento de los que ocurre en el mundo de la leche, una commodity global. La industria dispone de índices lácteos de referencia para la evolución de los precios en cualquiera de las economías avanzadas, y por supuesto en Galicia; pero a la hora de tomar decisiones actuamos en lo local, despreciando lo que conocemos que está pasando.
El director de la cooperativa, advierte en su exposición desde una perspectiva industrial:
“Cuando vuelvan a subir los precios, tal vez en 2017, todo volverá a ser como antes. Y también tal vez los tractores, tres años, después vuelvan a las calles y la distribución continúe sin contribuir a la estructuración del sector. Veremos si hay personas que sean capaces de realizar las tareas que tenemos diagnosticadas y las medidas que tenemos identificadas. Los sectores no crecen sin liderazgo y empresas tractoras”
http://www.laregion.es/articulo/euro/sector-lacteo-profundizo-modelo-poco-rentable-explotacion/20160627122650631750.html

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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