El precio (de usura) de la leche le estalla al Gobierno

El ministerio plantea un acuerdo a tres partes para pacificar a los ganaderos // Lidl, Dia, Eroski o Mercadona incrementan bajo presión los precios
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El ministerio plantea un acuerdo a tres partes para pacificar a los ganaderos // Lidl, Dia, Eroski o Mercadona incrementan bajo presión los precios
Un sector en la ruina, con precios de usura, muy por debajo del coste de producción. La leche, un producto de primera necesidad, es hoy un quebradero de cabeza para miles de ganaderos que están siendo golpeados por una crisis con múltiples causas y en el que encarnan el papel de víctima. El Gobierno del gallego Rajoy ha intentado poner orden en el conflicto y está intentando cerrar con urgencia un acuerdo entre las partes (industria, distribución y productores) la próxima semana. Como reacción, el sector de distribución y alguna industria ha empezado sorprendentemente a incrementar los precios a pagar a los ganaderos, tras negarse a hacerlo con anterioridad. Los productores han criticado la evidencia: es una muestra clara de que hay y había márgenes para negociar.
Los precios de la leche que se abonan a los ganaderos se han desmoronado casi un 20% en el último año en Asturias. Actualmente alcanza los 31 céntimos, una cifra por debajo de los costes, que los productores cifran en 36 céntimos. Los precios son de los más bajos de Europa, similares a los de Lituania o Polonia. El precio para el consumidor también ha bajado, pero en menor medida: solo un 5% en el último año. El brik de litro cuesta una media de 66 céntimos.
Causas
Las causas de este desplome son muy variadas. Los productores arremeten contra la táctica de las grandes cadenas de utilizar la leche como gancho para los usuarios y también critican la desaparición del sistema de cuotas lácteas de la UE, lo que conlleva una dependencia mayor de los mercados y una mayor volatilidad de precios. El Paquete Lácteo impulsado por el Ministerio también ha merecido el rechazo de los productores, ya que no incluye ninguna cláusula que establezca un precio mínimo para comercializar la leche. A todo ello hay que unir el veto de Rusia a la leche europea.
Los precios de la leche se han desmoronado un 20% en el último año
La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, está tratando de impulsar un acuerdo en el sector. Para ello ha convocado para el próximo miércoles a las distintas partes. Las bases del documento contemplan entre otras medidas, que se mejoren las relaciones comerciales entre distribución e industria y que esta mejora se traslade al sector productor. La distribución se compromete a dar valor a los productos lácteos y a no utilizarlos como reclamo, y también a identificar el origen de la leche. Además se pretende que las relaciones comerciales sean más a largo plazo para que tanto los ganaderos como la industria puedan planificar producción y compras. También incluye un código de buenas prácticas y la figura del mediador en los contratos. Las explotaciones que vendan la leche por un precio inferior a los costes recibirán la ayuda de 300 euros por vaca y de hasta 10.000 euros por explotación.
Reacción de las industrias
La reacción de las industrias ha sido tan oportunista como automática (en algunos casos). Lidl ha sellado un pacto con sus proveedores por el que pagará un 5% más por cada litro. Mercadona y Vegalsa­-Eroski han anunciado que los subirán dos céntimos con el fin de que se repercuta en los productores, al igual que industrias como Leche Celta se han comprometido a retirar contratos a la baja, mientras que la cadena de supermercados Dia ha instado a sus proveedores a que trasladen a los ganaderos «la subida de precios» que pagó a estas industrias lácteas «desde junio a agosto». Entre ellos se encuentra Ilas y Capsa. Los ganaderos han valorado el «gesto en la buena dirección» pero lo han considerado «aún insuficiente». Y han puesto el dedo en la llaga. “No hace sino confirmar que en los eslabones de la transformación y la distribución quedan márgenes suficientes como para poder pagar un precio a los ganaderos que remunere, al menos, sus costes».
El Gobierno ha vendido su propuesta como una solución casi definitiva y como un gran triunfo. Una visión que no comparten sindicatos agrarios como UPA y COAG. La secretaria general de COAG en Asturias, Mercedes Cruzado, ha mostrado su rechazo. Ha criticado la «inconcreción» y lo «abstracto» del documento. Según Cruzado, «el sector esperaba una mayor concreción por parte de la industria y la distribución respecto a los compromisos a adquirir. El texto propuesto es demasiado genérico y no presenta ninguna referencia clara y concreta respecto a los precios de la leche». El portavoz socialista de Agricultura, Alejandro Alonso ha pedido que el Gobierno actúe de forma similar a Francia, donde los operadores del sector han suscrito un acuerdo para «impedir la venta de leche por debajo de los costes de producción». También ha exigido que el Ejecutivo asegure la compra y recogida de toda la leche que se produce en España y su reparto para usos humanitarios.

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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