En Bergantiños, Soneira y Fisterra cada litro se sitúa de media en 28,2 céntimos.
En la enorme tormenta en la que están atrapados los ganaderos de la Costa da Morte empieza a disiparse alguna nube. Tras casi tres años de recortes continuados en los precios de leche, la tendencia parece haber cambiado y los productores ya acumulan dos mensualidades consecutivas de incrementos en las cotizaciones.
Bien es cierto que estas subidas han sido muy discretas -0,4 céntimos en agosto y un céntimo en septiembre, último mes del que existen datos oficiales- pero han servido para devolver cierto optimismo a un sector que lleva más de dos años al borde del precipicio. «Sempre é mellor que suba, aínda que sexa pouco, a que siga baixando. Agora esperemos que a tendencia se manteña e as subidas, como adoitaba pasar no outono, sexan aínda maiores que as que se rexistraron ata o momento», apunta Óscar Blanco, presidente de Gandeiros de Mazaricos, la mayor entidad de ámbito local de cuantas funcionan en Galicia y que también aglutina a granjeros de Dumbría, Vimianzo y Zas.
Hoy, el precio medio que reciben los ganaderos de Bergantiños, Soneira y Fisterra por cada litro de leche que entregan a la industria se sitúa en 28,2 céntimos, cantidad similar a la que registraban hace justo año pero hasta un 20 % menor al promedio de hace dos o tres ejercicios.¿Por qué llega ahora esta crisis? La explicación al profundo bache en los precios -el mayor del último decenio- hay que buscarla en la desaparición de las cuotas lácteas a finales marzo de 2015.
La eliminación de estos cupos provocó un incremento del volumen de leche existente en los mercados. Esto no tuvo, sin embargo, su reflejo en el nivel de consumo que, lejos de crecer, se redujo de forma importante provocando un desfase entre oferta y demanda.
A mayores, se dieron circunstancias geopolíticas -menos importaciones de leche en polvo por parte de China o bloqueo de Rusia a los lácteos europeos- que, por difícil que sea de creer, acabaron teniendo repercusión en los precios que reciben los ganaderos de la comarca. Ese desequilibrio de la balanza láctea parece que empieza a moderarse y esto está provocando incrementos en las cotizaciones internacionales de productos lácteos industriales como la leche en polvo, el queso o la mantequilla y, por extensión, también en las liquidaciones de la leche en origen.
Pese a ello, el sentir general del sector es el de que los precios que ofrecen las industrias siguen siendo insuficientes. Ya no pensando en que las granjas obtengan beneficios sino más bien en que estas logren cubrir, al menos, sus costes de producción.
Una prueba más de que las cosas podrían empezar a ir a mejor para los ganaderos de la comarca reside en el hecho de que la mayoría de las industrias lácteas han eliminado las penalizaciones que venían aplicando a aquellas granjas que, en comparación con el ejercicio anterior, aumentaban en exceso la producción.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/carballo/fisterra/2016/11/09/precio-leche-suma-dos-meses-subida-tras-tres-anos-baja/0003_201611C9C5991.htm