La Cooperativa Agraria Provincial de A Coruña organizó este viernes una jornada de análisis sobre “Gestión de la mano de obra en las explotaciones de vacuno de leche”. Mejorar la motivación, formar al personal y remunerar por objetivos realistas son algunas de las recomendaciones para atraer trabajadores asalariados a las explotaciones ganaderas.
La gestión de la mano de obra es una de las materias que más preocupan a las ganaderías de vacuno de leche, tanto por la dificultad de encontrar personas dispuestas a trabajar como asalariadas en una explotación, como para conseguir que la relación laboral sea estable en el tiempo.
Los titulares de una explotación se forman para ser buenos ganaderos y buenos agricultores, pero no para gestionar mano de obra asalariada a su cargo. Y es necesario hacerlo para establecer una relación laboral satisfactoria entre ganadero y asalariado, que redunde en una mayor rentabilidad de la explotación.
Para abordar la realidad creciente del personal asalariado, la Cooperativa Agraria Provincial de A Coruña organizó este viernes en Miño una jornada de análisis sobre “Gestión de la mano de obra en las explotaciones de vacuno de leche”. En la jornada participaron unas 30 personas de 25 ganaderías que están en el grupo de gestión de la Cap Coruña.
Un salario bruto que se sitúa en un promedio de 1.100 euros mensuales
Como punto de partida, el asesor de la Cooperativa Agraria Provincia de A Coruña, Juan José Freire Quintáns, expuso la realidad laboral de la personal asalariado en las explotaciones que participan en el grupo de gestión de la CAP Coruña, lo que constituye una referencia de la realidad general del sector. De las 51 ganaderías 35 ya tienen mano de obra asalariada, y en 20 explotaciones tienen más del 50% del personal asalariado. “En total estas 51 ganaderías crean 155 puestos de trabajo directos, de los que una buena parte son de trabajadores externos y el resto personal familiar”, destaca Juan Freire.
En cuanto a los salarios brutos de la mano de obra, en 2016 se situaron en 1.152 euros mensuales en doce pagas, con un máximo de 1.733 euros y un mínimo de 650 euros. En cuanto a los rendimientos por Unidad de Trabajo Agrícola (UTA) el margen neto en 2015 fue de 12.242 euros.
“El sector necesita personal asalariado y muchas veces hay dificultad para contratar gente, a veces por las condiciones salariales, pero también porque es un trabajo socialmente poco valorado, a pesar de que puede ser una alternativa muy interesante para la gente que vive o está dispuesta a vivir en el rural y que quiere tener un trabajo cerca de casa”, destaca el asesor de Cap Coruña.
“Las principales ventajas -añade- es que el trabajo que se ofrece es estable, se realiza en un espacio abierto y hay muy poca morosidad”.
Propuestas para mejorar la gestión de la mano de obra y hacer más atractivo el trabajo en las ganaderías
– Condiciones dignas y atrayentes para el personal asalariado. Se incidió en la necesidad de mecanizar el máximo posible los trabajos para reducir su dureza y penosidad. “Además del bienestar de las vacas hay que pensar también en el bienestar de los asalariadosl”, explica Juan Freire.
-Salario adecuado a las responsabilidades y trabajar con incentivos por objetivos. Además de la parte fija del salario se debería añadir primas en base a resultados medibles y realistas. Por ejemplo, en base a producción por vaca, recuento de células somáticas…etc, repartiendo beneficios entre los trabajadores cuando se consiguen los objetivos. “Hay que hacer al personal asalariado partícipe de los éxitos, y no es excusa que no se pueden repartir beneficios porque los precios de la leche están bajos, porque cuando estuvieron altos tampoco se repartieron”.
-Hace falta establecer turnos para garantizar días de libranza y vacaciones para el personal asalariado y también para el ganadero.
-Es preciso trabajar la empatía entre el empleador y el asalariado, estableciendo una relación laboral basada en la confianza y en el respeto mutuos.
-Organización del trabajo. Es necesario definir tareas y protocolos -también por escrito-, asignar responsabilidades, comunicar y motivar. Debe haber entre el ganadero o ganadera y el personal laboral una comunicación en el día a día, con un intercambio de opiniones, para corregir errores y también para celebrar éxitos.
-Instalaciones y material adecuado para facilitar el trabajo diario y el bienestar de las personas (ropa de trabajo, maquinaria, un cuarto para cambiarse…etc).
Los ganaderos y ganaderas participantes coincidieron en el diagnóstico de que es preciso mejorar su formación para gestionar equipos humanos. “La reflexión conjunta de los participantes fue que tenemos que crear condiciones favorables, tanto salariales como de motivación, para que el trabajo asalariado en una ganadería sea atractivo y la gente se quede, porque los asalariados van a ser cada vez más importantes para garantizar el futuro de las explotaciones y para mejorar la calidad de vida de los ganaderas”, concluye Juan Freire.
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