Cada vez que cambia un Gobierno, esperamos ese súper ministro que por fin se dé cuenta de que este ministerio es el más importante, es el ministerio del que depende nuestro alimento, pero… al final siempre llega la decepción, siempre se nos frustran esas expectativas que ponemos en esa nueva figura.
Hablan ustedes del mundo rural, nos quieren llenar los pueblos de internet a través de redes wifi, cosa que creemos que está muy bien. Pero para utilizar esta tecnología no se olviden de que tiene que haber gente en los pueblos, pues en ellos sólo es factible la ganadería y la agricultura a día de hoy. Ustedes mismos nos están condenando con sus leyes, elaboradas desde la ignorancia y el desconocimiento del sector por señores trajeados en sus elegantes despachos de Madrid y de Bruselas.
No se puede legislar, por tanto, sobre lo que no se sabe. El día a día del ganadero es cada vez más difícil: más papeleo, más leyes restrictivas, más requisitos y más difíciles de cumplir. En definitiva, cada día nos ponen ustedes más trabas burocráticas. Y no nos olvidemos de los incendios del año pasado. ¿Conoce su equipo ministerial por qué se originan y por qué acaban adquiriendo dimensiones trágicas? Le daré algunas pistas esclarecedoras: porque ustedes han prescindido de los ganaderos y de todos los profesionales encargados del cuidado del monte. Los ganaderos, a consecuencia de sus medidas, estamos llevando la ganadería familiar a su fin, esa actividad tan ligada al mundo rural y tan necesaria para que nuestros pueblos pervivan. Cada vez más a menudo vemos cómo ganaderos de toda la vida tienen que cerrar su negocio, a causa principalmente del nulo relevo generacional. Pues, ¿cómo se va a continuar un hijo de un ganadero el oficio de su padre, que ve cómo trabaja los 365 días del año y no llega a final de mes? Es fácil de entender, ¿verdad, señor ministro? Pues bien, está en sus manos revertir esta situación, aunque sólo sea para que se vea que trabaja usted para los ganaderos de este país.
También tenemos la esperanza que sea usted capaz de plantar cara al Tribunal de la Competencia, que parece que solo tiene manía al sector lácteo. Pues a cada medida o ley que puede tener beneficios para nosotros los ganaderos, dicho tribunal se encarga de liquidarlo. Véase lo que ocurrió hace poco: dice que no se debe poner una fianza por los primeros compradores de leche. ¿Qué hacemos entonces si estos dejan dinero a deber a los ganaderos? Valga de ejemplo el de la empresa del sector lácteo Clesa, que todavía debe dinero a ganaderos que ya lo dan por perdido. ¿Tan descabellado ve usted que este tipo de empresas pongan una garantía de pago? Personalmente, creo que su ministerio debería actuar ipso facto contra la impunidad de unas empresas sin escrúpulos que continuamente perjudican al ganadero. Le invito a que me acompañe usted, señor ministro, y hable con los ganaderos, y de paso les pregunte si negocian algo con las empresas del sector industrial, si es que pueden hacer algo para cambiar las condiciones. Ya le anticipo yo que no, señor ministro, no hay negociación alguna, sino imposiciones contratadas, hechas en su mayoría en primavera, para un año. ¿Y por qué en primavera? Porque es cuando menos vale la leche en Europa. Entérese usted bien y no haga como su antecesora, que jamás lo quiso ver.
En otro orden de cosas, se enfrenta ahora usted también a la normativa de purines y efluyentes. Sólo le pido cordura, que habrá cosas que cambiar, no lo dudo, pero pensemos que contaminan más otras cosas que el abono de los animales, lo que siempre se apreció para fertilización, ahora es veneno, ni más ni menos. Pensemos en zonas como Tineo, como Cantabria, o las zonas pendientes de Galicia. Al final tendremos que adoptar medidas drásticas, como dejar que los montes se llenen de eucaliptos, pero yo me pregunto, ¿Galicia, Asturias, León o Cantabria seguirán siendo tan bonitas para que acuda el turismo? Ya le adelanto yo que no, igual matamos dos pájaros de un tiro, tenga cuidado y mesura, regulemos, sí, pero acuérdese de lo que decíamos antes, estamos hartos de que los que están en los despachos y no saben lo que es esto, nos impongan leyes que son imposibles de cumplir.
También le pedimos, señor ministro, que valore al sector ganadero. Estas nuevas modas, las nuevas corrientes, nos criminalizan y nos tildan de delincuentes, y no, señor ministro. Tenga usted presente esto: somos nosotros los que proveemos de alimentos a la sociedad. Sin hierro podemos vivir, sin carbón también, incluso sin telas para hacer ropa, pero…. ¿sin lo que producen los agricultores, los pescadores y los ganaderos? Esto, señor ministro, es absolutamente esencial y, paradójicamente, es en los que proveemos de estos productos esenciales en quienes ustedes menos piensan. El día que se constituyó el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, a usted ni lo mencionaron, en ningún telediario sacaron su nombre, en los periódicos se reflejaba cada ministro a página completa, mientras que a usted le dedicaron cuatro letras contadas. Eso es cuanto importan estos sectores para esta desagradecida sociedad, por eso le pido que ponga usted este ministerio y estos sectores en valor, que no haga lo que hicieron los demás, sea usted el mejor Ministro, que como le decía, no tiene que hacer mucho para conseguirlo.
Señor ministro, le deseo suerte y ganas de proteger a el sector lácteo, a ver si es capaz de que el tiempo que esté en el cargo, logremos bajar la cifra de 1.000 ganaderos que cierran al año, ayude a los consumidores a seguir disfrutando de la leche de España, y ojalá sea usted quien la valore en su justa medida.
Autor: José María Álvarez Rodríguez portavoz nacional de la Organización de Productores de Leche
Fuente: EL DIARIO DE LEON
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