La Comisión Europea se mostró dispuesta este lunes a autorizar una reducción temporal de la producción en el sector lechero, en plena crisis, una derogación provisional a las reglas de competencia para revertir la caída de los precios, como lo pedían varios países.
«Estoy dispuesto a proponer la aplicación de tales reglas», declaró el comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, a los 28 ministros del rubro reunidos en Bruselas, lo que abre la vía a una activación de una medida que permite a los operadores del sector ponerse de acuerdo, sobre una base voluntaria, en el límite temporal de la producción. «Las modalidades completas de esta medida aún deben ser finalizadas por la Comisión y espero que podamos comunicarlas pronto a los Estados miembros», agregó Hogan.
Hogan también anunció que propondría duplicar los niveles de almacenamiento de leche en polvo y manteca, respectivamente a 218.000 toneladas y a 100.000 toneladas.
Francia pedía un aumento del techo de almacenamiento para los 28 países de la UE hasta 160.000 toneladas (contra 109.000 actualmente).
La Comisión, presionada por unos Estados miembros cada vez más inquietos, había anunciado que este lunes presentaría un «nuevo paquete de medidas significativas» para apoyar a los sectores agrícolas en crisis. Los ministros de Agricultura de la UE están reunidos en Bruselas.
El plan de urgencia, desbloqueado hace seis meses, no fue suficiente para ayudar al sector, en donde el precio de la leche y el cerdo se desmoronaron, en un contexto marcado por una menor demanda y en el que el embargo ruso a los productos europeos provocó un exceso de oferta.
En cuanto a la crisis porcina, Hogan propone mantener el techo de las ayudas ministeriales a 15.000 euros, cuando el reclamo era elevarlo hasta 30.000 euros. Los reclamos también insistían en la necesidad de reforzar el almacenamiento privado.
Esta revisión del techo necesitaría «al menos siete meses» dada la cantidad de etapas en el procedimiento de adopción, explicó.
Estos anuncios no se traducen por «dinero fresco» para apoyar a los sectores en crisis, como había advertido la Comisión, reticente a utilizar «la reserva de crisis» europea.
La Comisión defiende una mejor utilización de los instrumentos existentes y señala que las ayudas desbloqueadas hace seis meses no fueron utilizadas por los Estados miembros.
El plan de urgencia europeo preveía, entre otras acciones, 500 millones de euros, principalmente bajo la forma de partidas nacionales de ayudas directas a los agricultores de los sectores más afectados, que los Estados miembros pueden duplicar con fondos nacionales.
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