Los mitos que asustan a las industrias del trigo y los lácteos

Tendencias sobre los riesgos de consumir estos alimentos ponen en alerta a los productores.
Share on twitter
Share on facebook
Share on linkedin
Share on whatsapp
Share on email

Si fuera por lo que dicen las búsquedas en internet, al menos el 50% de los alimentos deberían estar fuera de nuestra dieta por ser posibles causantes de algún daño al organismo. Hace unos años la carne de cerdo pasó por un mal momento por los mitos que se generaron alrededor del consumo del animal, pero esa tendencia se revirtió y actualmente es un alimento que ocupa el lugar que le corresponde en las mesas del país
Ahora el turno para tener la fama de alimento dañino llegó para el pan o los derivados de la harina de trigo. El gluten empezó a ganar fama en el voz a voz de los colombianos y se volvió común ver en los supermercados artículos que se destacaban por no tener la presencia del nutriente que causa trastornos digestivos a algunas personas. Algo similar sucede con el consumo de leche.
De acuerdo con un estudio de Nielsen sobre los hábitos de desayuno de los colombianos, los huevos, el pan, la arepa casera, el café y el chocolate son los alimentos predilectos para empezar el día. “Estos productos son consumidos por siete de cada diez colombianos en los hogares”, dice la firma.
Nielsen además asegura que el pan empacado es una de las cinco categorías más importantes de la canasta de alimentos y el 58% de las ventas son realizadas en las tiendas de barrio. Entonces, ¿qué tanto se ha impactado el sector con la tendencia de algunos colombianos de sacar del mercado los lácteos y los derivados de la harina de trigo?
Jaime Jiménez, director ejecutivo de la Cámara Fedemol de la Andi, que representa los intereses de las industrias colombianas de trigo y derivados (pan, pastas y galletas), señala que este tema no ha tenido impacto importante, pero que el sector está atento a lo que pueda ocurrir porque eventualmente podría afectar.
“El tema del gluten en Colombia se volvió una moda. Es cierto que hay una población diagnosticada con el trastorno, pero es un porcentaje excesivamente bajo. Aquellos que están dejando de consumir la proteína sin ninguna recomendación están privando al organismo de una serie de nutrientes que tiene el pan y los derivados del trigo”, señala el directivo.
Jiménez además sostiene que muchas personas dejan el gluten fuera de su dieta sin saber realmente qué es. “Ahí también ha existido un aprovechamiento comercial de algunos que venden productos libres de gluten cuando por si solo no lo contiene. Venden más miedo que características”, recalca.
Sobre este tema, Claudia Angarita, directora del Centro Colombiano de Nutrición Integral, explica que la enfermedad celiaca es la que produce en las personas la intolerancia al gluten y que la proteína realmente está en buena parte de los alimentos que nosotros consumimos en el diario vivir. “Eliminar innecesariamente de la dieta la avena, el trigo, la cebada, entre otros, lo que va a causar es que haya un déficit nutricional”, precisa.
Aunque Angarita puntualiza en que en el país hay personas que efectivamente padecen la enfermedad y definitivamente tienen que eliminar ese nutriente de su dieta, señala que es más una moda decir que no se puede comer gluten porque desarrolla enfermedades como alzhéimer o que produce obesidad. “Eso realmente no es tan cierto», dice.
«Para evitar el gluten hay que hacer una prueba y ser realmente alérgico”, puntualiza.
En el caso de la leche el tema no es muy distinto. Giovanny Pinilla, presidente de la Asociación de Ganaderos del Valle de Ubaté y miembro de la junta directiva de la Asociación Nacional de Productores de Leche, asegura que los mitos alrededor del lácteo han hecho que muchas personas adopten el pensamiento que no toman leche porque les cae mal. “Además, estamos entrando en una dieta donde no estamos tomando leche con todos sus componentes”, dice.
Según Pinilla, uno de los grandes problemas que trae la disminución en el consumo es que a las empresas no se les mueve los productos en los supermercados y como consecuencia el país se inunde de leche y bajen los precios.
“Colombia es uno de los países de menos consumo per cápita de leche, 154 litros. En otros países el promedio llega a estar entre 200 y 250 litros”, sostiene Pinilla. Y agrega que como ganaderos no desconocen a las personas que son intolerantes a la lactosa, pero piden al Gobierno un incentivo al consumo de lácteos.
Al respecto, Angarita anota que lo dicho sobre el consumo de leche también es una tendencia. “Hay evidencia de que el excesivo consumo de leche o lácteos puede producir enfermedades, entre ellas el cáncer, sin embargo, la leche es súper necesaria en etapas críticas del crecimiento”.
“Es supremamente importante en los adultos mayores. La recomendación está en consumir tres vasos de leche o lácteos al día. Si esa recomendación se sigue dentro de una alimentación balanceada no tiene problema”, puntualiza.
En todo caso, la nutricionista enfatiza en que no hay alimento malo, pues el daño puede estar en el consumo excesivo o la ausencia del mismo. “La clave para una alimentación balanceada está en incluir todos los grupos de alimentos, los lácteos, las proteínas, frutas y verduras, cereales, tubérculos, dentro de la cantidad y proporción adecuada que tiene cada individuo y sus necesidades”, precisa.

Mirá También

Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

Te puede interesar

Notas
Relacionadas