Leche, sin rumbo claro

En una entrevista para EL COLOMBIANO, el presidente de Alpina, Ernesto Fajardo, se refirió a dos asuntos que ponen de presente las contradicciones que se viven en la cadena de la industria de la leche en Colombia y que evidencian la falta de claridad sobre el rumbo que debe seguir este importante subsector.
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Cuando al presidente de Alpina se le pregunta sobre los retos que el clima ha representado para la actividad lechera, responde que durante “los últimos 18 meses el sector ha sido impactado por un invierno prolongado, lo que tiende a generar un alto inventario de leche”.
A renglón seguido, señala que “dado que el precio está regulado, se hace muy difícil la exportación, porque muchas veces está por encima del precio internacional. Esto puede representar entre 10 y 15 por ciento más de inventarios”. Para encontrarle una salida a esta situación, se indica que “se viene trabajando con el Gobierno”.
A estas palabras habría que añadir que alrededor de la metodología de determinación del precio interno (establecida en una larga y engorrosa resolución oficial) se concentran las tensiones y los desencuentros entre los diferentes actores de la cadena de la leche en Colombia, al tiempo que se evidencia la falta de una visión compartida entre dichos actores y de una ruta de desarrollo del sector.
Frente a la pregunta sobre la posición que los industriales de la leche tienen sobre el TLC con Nueva Zelanda, responde que “a través de Asoleche [que es el gremio de la industria de transformación de la leche] hemos dejado claro que Nueva Zelanda es uno de los países más competitivos en el sector y para nosotros es una amenaza sobre la producción nacional”.
En una visión exportadora de leche, asunto que en diversas ocasiones se ha discutido y documentado con base en el potencial lechero de Colombia, lo que debe prevalecer es la capacidad altamente productiva y competitiva de la cadena. Es, en estas condiciones, como se puede enfrentar la competencia de Nueva Zelanda en un eventual TLC.
No sobra resaltar que el lugar que hoy ocupa esta nación en el mercado mundial de la leche se consiguió, no a punta de subsidios y apoyos gubernamentales que en décadas pasadas sí ostentaban los líderes mundiales como Estados Unidos y Europa, sino abriendo su sector agropecuario a la competencia internacional y dirigiendo los esfuerzos de la política pública sectorial a hacer del sector lechero una actividad altamente productiva y competitiva.
Un asunto adicional de dicha decisión, que data de los años ochenta del siglo pasado, es que la misma fue liderada por los propios gremios ganaderos de Nueva Zelanda y secundada por el gobierno de esa época.
El sector lechero colombiano, por el contrario, ha seguido, a pesar de su potencial productivo, una ruta caracterizada por: la alta protección y la intervención, el mercado bastante cerrado, la actividad poco productiva (y competitiva), los altos precios al consumidor y las muy limitadas exportaciones de bienes transformados. Mientras las cosas se mantengan así, estamos condenados a llorar sobre la “leche derramada”.
Autor: Juan José Perfetti del Corral
Fuente: El Colombiano
Link: http://www.elcolombiano.com/opinion/columnistas/leche-sin-rumbo-claro-XM8824044

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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