En el país se producen cerca de 6.700 millones de litros anuales de leche, de los cuales solo el 50% es procesado por la industria. Lo demás, es informalidad.
Los productores de leche del país pareciera que estuvieran en el peor de los mundos.
Venden el producto final por debajo de los costos de producción y para rematar, los efectos del fenómeno de ‘El Niño’ han sido tan fuertes que los dejó sin pasturas, una recurrente muerte de animales y caída, de por lo menos, un 40% de la producción en las ganaderías tecnificadas y de un porcentaje superior en las explotaciones de los pequeños campesinos, que son el grueso de ese gremio en Colombia.
De acuerdo con Adriana Solano D’Achiardi, presidente de la junta directiva de la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Pardo Suizo y Braunvieh, Asopardo, los ganaderos se quedaron sin pasturas para alimentar a los animales, por lo que les ha tocado recurrir a la compra de heno y silo de maíz, productos que han tenido que pagar al doble ante la escasez de los mismos.
“Una paca de heno que se compraba a $7.000 hoy se adquiere a $12.000; igual ocurre con el silo de maíz, donde la calidad, incluso, no es la mejor”, agregó.
La directiva dijo que por hambruna están muriendo los animales y para evitar esa calamidad, a los ganaderos les ha tocado recurrir a la venta de las vacas para sacrificio.
“Hay un predio en la Sabana de Bogotá donde han muerto 40 ejemplares”, sostuvo.
Frente a los precios de la leche, señaló que a las ganaderías especializadas se les paga a $1.100 pero a los pequeños, hay situaciones en las que el litro se cancela por debajo de $900.
Solano D’Achiardi anotó que aún quedan 45 días de ‘El Niño’ y ya se habla de una fuerte ‘Niña’. “Si eso ocurre el sector se arruinará”, advirtió.
Situación compleja
La variabilidad climática, a juicio de Luis Alfonso González Saavedra, presi-dente de la Asociación Holstein de Colombia, Asoholstein, llevará a los productores de leche del país a una quiebra segura. Hoy, en su concepto, la situación es dramática.
“Los ríos se secaron, las pasturas no están, las altas y bajas temperaturas son una constante y comprar alimento para los animales es muy oneroso”, agregó.
Para González Saavedra los eventos más críticos se presentan en Cundinamarca, Tolima, Boyacá, Cesar y la Costa Atlántica. Según el directivo, el Gobierno y la cadena industrial deben pensar que si se llega a presentar ‘La Niña’, el sector desaparecerá, pues no se alcanza a recuperar en seis meses.
“Habría que importar leche con un dólar a $3.300 lo que la haría muy costosa. El Gobierno debe pensar en los efectos inflacionarios y además, en ayudar a un sector pilar en la producción de alimentos y generación de empleo en este país”, puntualizó.
Clasificación absurda
A la ganadería especializada de Santander se le paga el litro de leche muy similar a como se produce en una finca en el sur del Cesar.
Para Carlos Castillo Mantilla, productor y de la junta directiva de Asopardo, es una clasificación absurda que desconoce la calidad del producto y la genética de los animales que la producen.
Esa medida, propia del Ministerio de Agricultura, afecta a más de 40 ganaderías de alta calidad que se encuentran en Santander y que pueden producir diariamente 40 mil litros de leche.
“Se produce una leche de alta calidad, con animales que llevan más de 40 años de mejoramiento genético y ordeños mecánicos. Es absurdo que es tipo de ganaderías sean clasificadas como zona B”, aseveró.
Castillo Mantilla expresó que hoy venden la leche por debajo de los costos de producción.
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