La entidad notificó a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OEI) un pequeño foco de la enfermedad, luego de haberlo detectado en un predio en Tame, Arauca, que cumple con todos los requisitos sanitarios. De los 136 animales de la finca en la frontera con Venezuela, siete tenían lesiones vesiculares, que dieron resultado positivo.
Colombia estaba libre de fiebre aftosa con vacunación, desde 2009. Este brote de la enfermedad que afecta al ganado se presenta justo cuando hay una ampliación de los mercados de carne bovina en el exterior.
““Veterinarios, epidemiólogos y técnicos se desplazaron hasta el predio para determinar el área del foco y realizar una vigilancia activa que permita evaluar la situación sanitaria de la zona (…) El procedimiento a seguir es crear una zona de contención, delimitar la enfermedad y erradicarla”, afirmó el gerente del ICA, Luis Humberto Martínez Lacouture, durante una rueda de prensa en Bogotá.
El protocolo de control de este foco de aftosa implicará “un trabajo de campo muy grande” a cinco kilómetros alrededor del hato afectado. Eso incluye el sacrificio de todos los animales de las fincas vecinas, que serán enterrados en una fosa con cal para evitar que la enfermedad se siga extendiendo.
En este caso, se sacrificarán 136 reses, pero los ganaderos serán compensados económicamente por el Gobierno por las pérdidas económicas, informó el Ministerio de Agricultura en un comunicado.
Al respecto, el presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) trinó que el gremio reconoce la honestidad y prontitud del ICA: “ocultarlo hubiera sido más grave”. Agregó en otro trino que el Ministerio de Agricultura “tendrá que responder al país por el grave daño del estatus sanitario y millonarios recursos invertidos”.
El ministro de ese cartera, Aurelio Iragorri Valencia, informó que el foco afecta a media docena de vacas, y aclaró que esa enfermedad no es transmisible a humanos, pero que sí a cerdos, porcinos, ovinos, caprinos y otros rumiantes, informó un reporte de la agencia EFE.
Por tanto, el consumo de carne y leche no es riesgoso. El funcionario no descartó que el virus provenga de Venezuela, de donde están llegando muchos trabajadores del sector ganadero que, debido a la crisis, buscan en Colombia mejores oportunidades laborales.
Recordó que el vecino país no tiene el estatus de país libre de aftosa por vacunación, pues justamente, el primer caso de fiebre aftosa se registró en Colombia en 1950 y se determinó que procedía de hatos venezolanos.
“No nos cierran los mercados internacionales pero se dificulta la venta de ganado en el exterior. Si se logra controlar el foco y no dejamos que se extienda las consecuencias son mucho menores (…) De esta salimos con la colaboración de los ganaderos y el esfuerzo de las entidades del sector. Esto no es una cosa exclusiva de Colombia, le ha pasado a Uruguay, Brasil o Argentina, países libres de aftosa con vacunación”, concluyó Iragorri.
El Programa Nacional de Fiebre Aftosa del ICA tiene establecido que la vacunación se realice en forma obligatoria, cíclica y masiva en todos los animales de las especies bovina y bufalina, independientemente de su edad. La vacunación se realiza en dos ciclos anuales, que se llevan a cabo en los meses de mayo – junio y noviembre – diciembre, respectivamente, cada uno con duración de 45 días.
En el eventual caso de que se propague la enfermedad, se verían afectados los ganaderos, bajaría la producción de carne y, por ende, aumentaría su precio, así como las importaciones.
Características de la enfermedad
El signo clínico característico de la fiebre aftosa es la aparición en las reses de ampollas (o vesículas) en la nariz, lengua, labios, cavidad oral, entre los dedos, encima de las pezuñas y ubres, informó este sábado el ICA.
Las ampollas reventadas pueden ocasionar cojera extrema y dificultad para moverse o inapetencia, y las abiertas también pueden dar lugar a infecciones bacterianas secundarias. Otros síntomas observados con frecuencia son fiebre, producción excesiva de saliva, pérdida de apetito y de peso y menor producción de leche.
En 2016, durante los dos ciclos de vacunación contra fiebre aftosa y brucelosis bovina, el número de predios visitados y el número de animales vacunados fue mayor, llegando a una cobertura del 96.7% y del 97.8%, respecto al censo de predios y animales del país.
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