De acuerdo a lo explicado a DF por el jefe de la División de Políticas Públicas del Minsal, Tito Pizarro, si este reglamento es visado por la entidad contralora, no podrán publicitarse estos sucedáneos en ningún tipo de medio, ni en congresos o seminarios, ni tampoco podrán realizarse promociones, regalos, degustaciones, en fin, ningún elemento que incentive a los padres a optar por estos productos en desmedro de la lactancia materna. Un antecedente que se tuvo a la vista es el código de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que establece que ni el envase ni la etiqueta deben llevar imágenes de lactantes, ilustraciones o textos que puedan idealizar su utilización.
Un problema que esta iniciativa busca remediar es que un porcentaje elevado (20%) de las madres dejan de amamantar a sus hijos durante el primer año de vida y por eso establece que para comprar estos productos, los padres deberán contar con una prescripción médica.
Cuesta imaginar que las personas puedan verse inducidos a elegir un sucedáneo de la leche materna porque sus envases son atractivos o porque hay una promoción comercial, pero la conveniencia de contar con la recomendación profesional para tomar una decisión de este tipo, parece del todo conveniente.
Las empresas tendrán entre seis meses y un año para cumplir con la norma, aunque la autoridad podría extender esos plazos si así fuese requerido.
https://www.df.cl/noticias/opinion/editorial/ley-de-etiquetado-y-leche-materna/2017-08-08/200811.html