Nueva planta tiene capacidad de procesamiento de 45 mil litros de leche diarios a un turno, la que esperan alcanzar antes de 2018.
La empresa Lácteos San Ignacio completó en noviembre pasado el traslado a su nueva planta, en la Ruta 5 (comuna de Bulnes), como parte de un proceso de modernización que el Grupo San Ignacio comenzó hace un par de años, lo que le permitirá acceder a certificaciones ambientales, desarrollar nuevos productos y apostar por la exportación.
Su gerente general, Víctor Villagra, explicó que “fue un proceso lento que comenzó a principios de año, probando e instalando los diferentes equipos. Luego, durante septiembre, estuvimos en marcha blanca y finalmente, en noviembre, concluyó el cambio”
La planta de proceso de Lácteos San Ignacio tiene aproximadamente 1.700 metros cuadrados, a los que se suman 600 metros cuadrados correspondientes a oficinas, casino y baños para el personal.
Ésta se inserta en un proyecto integral del Grupo San Ignacio, en el kilómetro que incluye el packing y exportadora de fruta fresca de Agroex, cuya construcción comenzó en 2013, y cuya inversión total fue cercana a los 4 millones de dólares.
Consultado respecto de los principales objetivos de este cambio, Villagra explicó que “los mercados están cada vez más exigentes, debíamos implementar normas de aseguramiento de calidad HACCP y además, cumplir con las actuales exigencias del Ministerio del Medio Ambiente. Todo lo anterior obligaba a hacer una serie de mejoras e inversiones no menores. A lo anterior, se sumó la inminente necesidad de construir un packing para poder procesar nuestra fruta que estábamos exportando ya hace algunos años de manera directa. Con todo lo anterior, se tomó la decisión de comprar un terreno que debía cumplir una serie de requerimientos, como ubicación estratégica, plusvalía, fácil acceso para el personal, etcétera. Durante dos años buscamos el lugar adecuado hasta que finalmente lo encontramos”.
De esta forma, la empresa láctea, que por más de 30 años ha liderado el mercado de los quesos frescos y maduros en la Región del Bío Bío, abandonó definitivamente su antigua planta ubicada en el Fundo Pite, al poniente de Bulnes. “Ése era el campo de mi abuelo, y mi padre, junto a su hermano Juan Carlos, comenzaron con una modesta producción de quesos el año 1980. La capacidad inicial de esa planta no superaba los 5.000 litros de proceso diario. Finalmente, 35 años después, logramos este cambio del cual hoy estamos todos muy orgullosos, ya que además del costo económico, significó un gran esfuerzo y costo familiar”, expresó Villagra.
Respecto de la nueva ubicación, destacó que tiene muchas ventajas. “Estamos más cerca de Bulnes, para la gente es más fácil llegar a su lugar de trabajo; los caminos y accesos son de primera; generamos posicionamiento de marca, ya que todo Chile ve la planta desde la carretera; y finalmente, tenemos una vía directa a los puertos de la región, por donde embarcamos nuestra fruta, lo que finalmente se traduce en un importante beneficio tanto para la planta como para los productores”.
Producción
El ejecutivo precisó que actualmente “tenemos una capacidad de recepción y proceso de 45.000 litros de leche diarios (a un turno), sin embargo, hoy estamos utilizándola a un 50% y esperamos utilizarla al 100% antes del 2018”.
Lácteos San Ignacio se abastece se productores lecheros de las provincias de Ñuble y Bío Bío. Sin embargo, adelantó que el aumento de la capacidad de procesamiento tendrá un efecto más notorio entre los productores de Bío Bío: “en Ñuble es muy caro producir leche y nosotros, como planta, debemos comprar leche a precio de mercado para ser competitivos”.
La planta elabora quesos maduros (chanco, mantecoso, gauda), quesos frescos, chacra y mantequilla, y el próximo año se pretende retomar la producción de yogur en diferentes formatos y calidades y también aumentar la oferta y variedad de productos frescos, adelantó Villagra.
Y es que las expectativas de la empresa familiar son bastante altas: “Como grupo (Lácteos San Ignacio y Agroex) estamos facturando cerca de 6 millones de dólares anuales y nuestra meta es llegar a los 18 millones de dólares anuales antes del 2020”, manifestó.
En ese sentido, agregó que “nuestra idea es que Lácteos San Ignacio mantenga su personal, pero con un fuerte aumento del volumen procesado, para lo cual necesitamos seguir capacitando a nuestra gente, profesionalizar a nuestro equipo e invertir algo más en tecnología”.
Comercialización y exportación
Lácteos San Ignacio cuenta con una distribuidora propia, con vehículos de reparto y sucursales en Concepción, Talca y Rancagua, lo que les permita atender diariamiente a sus clientes, así como también a todas las cadenas de supermercados.
Por lo tanto, lo que viene ahora es la conquista de los mercados externos. “La planta la construimos pensando en certificarla para exportar. Estamos prospectando mercados y evaluando distintas alternativas. Tenemos algunas ideas, pero nada concreto aún que pueda mencionar”, anticipó Villagra.
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