La mejora de las rentas en China unida a que cada vez están más introducidas en el país las costumbres occidentales, ha hecho que en los últimos años haya aumentado el consumo de lácteos y en consecuencia se haya promovido la expansión del sector para generar una mayor producción doméstica.
Sin embargo, la crisis que atraviesa el mercado lácteo internacional ha diezmado la rentabilidad del sector y en consecuencia el interés inversor. Según un último estudio de Rabobank, algunas inversiones previstas para la construcción de explotaciones a gran escala han sido canceladas o en el mejor de los casos, pospuestas.
Además, Fonterra ha anunciado que ha pospuesto su objetivo de contar con una producción de 1.000 millones de litros de leche en China. La cooperativa ha decidido no invertir más en una joint venture de explotación láctea que actualmente está funcionado y que produce 400 millones de litros al año. Fonterra ha tomado esta decisión después de registrar unas pérdidas de 44 millones de dólares neocelandeses. En 2014, Fonterra y Abbott (empresa farmacéutica) anunciaron su plan de ordeñar 16.000 vacas en 2017 aunque debido a otras dificultades, este proyecto no ha visto la luz.
No obstante, a pesar de la actual situación de mercado, Rabobank espera que la demanda láctea en el sudeste asiático aumente en 3.000 millones de litros entre 2014 y 2020