Las nuevas modificaciones al Código del Trabajo introducidas en la Reforma Laboral, que crea nuevas reglas del juego para todos los sectores industriales del país, tiene más que preocupado al sector agroindustrial. Esto, pues aseguran que el proyecto no contempla las particularidades del sector como sequías, heladas, huelgas en plena cosecha, entre otros.
Uno de los puntos del proyecto que más preocupa a los abogados, productores y exportadores es el fin al reemplazo de trabajadores que estén en huelga, lo que complicaría los procesos al trabajar con organismos vivos que siguen su propio ciclo.
“Si bien es cierto que los temporeros de empresas agrícolas negocian colectivamente de forma no reglada, es decir, no se valen de los procedimientos establecidos por el Código del Trabajo, el proyecto afecta a estas empresas entorpeciendo la cadena productiva desde las mismas plantas de proceso, donde sí hay trabajadores con derechos colectivos”, explica Andrés Gatica, abogado experto en materia laboral.
“Cuando estás terminando y culminando el proceso de producción agrícola, en un momento dado requieres de sacar toda tu fruta, procesarla, embalarla y exportarla y si esa fruta se despacha en tiempo y fecha tiene valor y si no te pueden generar un conflicto no menor”, agrega Juan Sutil, empresario agrónomo.
Otro punto de preocupación, según varios consultados, es el piso de negociación definido, pues no considera que las cosechas pueden ser muy distintas entre un año y otro: “Se puede dar el caso de un contrato de convenio colectivo en que hace dos años atrás las partes decidieron entregarle $1.000 a los trabajadores, en la siguiente negociación la empresa no puede bajar de los $1.000”, explica Gatica, quien añade que “esto afecta porque uno nunca sabe cómo va a ser tu ciclo productivo. En la agricultura finalmente te puede llegar una helada y tus utilidades fueron menores y por tanto, no estás en condiciones de responder con ese piso”.
El proyecto también plantea modificaciones en lo relacionado con los sindicatos interempresa, estableciendo como condición que éstos agrupen a trabajadores de distintas firmas del mismo rubro o actividad económica y puedan negociar juntos.
“Si se tiene presente que gran parte de las empresas del rubro son pymes, se corre un riesgo importante al colocarlas dentro de la misma dinámica del gran exportador transnacional, pues las peticiones laborales que puede tolerar este último distan de ser asumibles sin riesgos financieros por las primeras”, aseguran desde el estudio de abogados Araya & Cía.
Esto contrasta con la lentitud en la tramitación del Estatuto del Temporero, el cual fue acordado años atrás por una mesa de trabajo integrada por distintas asociaciones gremiales y que aunaba criterios para solucionar temas específicos del agro. El proyecto que ingresó el año 2011 al Congreso no ha tenido avance.
Particularidades
La Reforma Laboral afecta solamente a los trabajadores permanentes y descarta la mano de obra temporal, principal fuente de trabajos en el sector frutícola. Sin embargo, eso no deja de preocupar a Ramón Achurra, presidente de Fedefruta.
“En el sector frutícola el 80% son trabajadores temporales y contratistas y el otro 20% son permanentes. Y si bien es una cifra menor, ese porcentaje corresponde a las personas que tienen los trabajos más tecnificados, personas que uno las tiene cautivas porque son los mejores”, asegura Achurra.
Y si bien la actual legislación chilena no establece el derecho a huelga para los temporeros, la cadena productiva puede entorpecerse en las plantas de procesos.
“Una empresa que tiene temporeros, éstos no van a poder votarse a huelga, pero esa uva que sale de la productora, tiene que ser transportada y si el transporte tiene trabajadores de planta, esos sí podrían irse a huelga”, asegura Andrés Gatica, abogado experto en materia laboral.
Mientras en los rubros hortofrutícolas se genera mucha mano de obra de tipo temporal, en el sector lechero la situación laboral de los trabajadores se establece a través de contratos permanentes.
“En el caso de la fruta, si viene una lluvia tienes que cosechar rápidamente para que no se pudra. En cambio, nosotros tenemos que ordeñar todos los días del año, por lo menos dos veces al día y con una diferencia de 12 horas”, explica Rodrigo Lavín, presidente de FEDELECHE.
Este es un tema que intentaron incorporar durante la discusión del estatuto agrícola: “Nosotros planteábamos hacer una división de la jornada laboral, respetando la misma cantidad de horas de trabajo (7 horas y media)”, recalca Lavín.
Hoy ven cada vez más lejana la posibilidad de que el Gobierno retome el estatuto, más todavía con la Reforma Laboral.
Esto preocupa aún más al sector: “Cuando no puedes funcionar por la prohibición del reemplazo, este caballero que tiene que ordeñar todos los días, ¿qué hace después con la leche, si la planta está en huelga? Nosotros estamos sujetos a seres vivos, pero esta reforma laboral está considerada para las fábricas que tú le pones off y deja de producir”, recalca Lavín.
Desde el gremio aseguran que esto les dejará una sola opción: invertir en maquinaria para automatizar el proceso y dejar de contratar personal.
Por su parte, Carlos González, presidente de Fedecarne, advierte que “es de gran importancia para el sector tener la posibilidad de hacer contrataciones con flexibilidad horaria, según épocas del año o rubros, obviamente consensuados entre las partes. Especialmente relevante, es en épocas de cosecha de hortalizas y frutas, y en el trabajo diario en lecherías y actividades pecuarias, ya que los tiempos, programas y urgencias son completamente diferentes a otras ramas como el comercio y la industria”.
Fuente: http://www.pulso.cl/