Cuba: Donde el futuro se hace a mano

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Entre las principales debilidades y amenazas que obstaculizan el desarrollo ganadero de la provincia de Las Tunas se encuentra el bajo potencial genético de los rebaños, lo cual impide contar con animales fuertes y saludables, capaces de producir mayores volúmenes de carne y leche.
Para mejorar ese indicador el Ministerio de la Agricultura (Minag) en el territorio avanza hacia el rescate de la inseminación artificial. Durante los últimos tiempos ha graduado a decenas de técnicos en esa especialidad y ya cuenta con unas 30 mil vacas en reproducción mediante dicha tecnología.
Ese organismo también forma fisiopatólogos y andrólogos, con vistas a garantizar la salud de las reses y, en particular, la fertilidad de los sementales.
Hoy los ocho municipios tuneros disponen de semen de alta calidad, adquirido en fincas genéticas del país y en el extranjero, y también han sido dotados de termos para conservarlo, y otros equipos e insumos, que, aunque insuficientes, permiten aplicar la inseminación a un mayor número de hembras.
Sobre la decisiva contribución que puede hacer el empleo de esa tecnología al desarrollo ganadero local, Tiempo21 solicitó opiniones al ingeniero Omar Pérez López, delegado del Minag en Las Tunas.
Al respecto, el dirigente dijo que los bajos niveles productivos alcanzados en los últimos años están directamente relacionados con la falta de la adecuada atención a la actividad reproductiva.
Puso de ejemplo el hecho de que incluso en plena primavera, con todas las condiciones de clima, agua, alimentación y asistencia médica veterinaria, aquí se obtienen, como máximo, poco más de cuatro litros de leche por vaca, cuando podría alcanzarse más del doble, con la misma cantidad de hembras en ordeño, si su calidad genética fuera superior.
Se espera que dentro de siete años en Las Tunas puedan gestarse artificialmente unas 107 mil vacas, cifra representativa del 52 por ciento de las que existirían en ese momento en la provincia, situada a unos 700 kilómetros al este de La Habana.
El municipio de Amancio es uno de los que más avanza en ese sentido, y allá llegó este órgano de prensa para conocer de cerca la realidad.
Ángel Pantoja Fajardo está al frente de la Brigada de Reproducción y Veterinaria, adscrita a la Empresa Agropecuaria local.
Según explicó, como en todo el país, allí el montaje de establecimientos para la refrigeración de la leche antes de entregarla a la industria permitió crear estaciones en las cuales se les brindan a los productores servicios de control pecuario, veterinaria e inseminación, y gracias a ello ha mejorado mucho la labor reproductiva con el ganado vacuno.
Agregó Ángel que de inmediato comenzaron a introducir la inseminación artificial en el sector campesino; hoy cuentan con siete cooperativas de créditos y servicios incorporadas al sistema, además de atender a parte de las granjas y a todas las restantes unidades pecuarias, tanto campesinas como estatales.
Informó, igualmente, que disponen de un centro para la crianza de sementales, con el fin de vendérselos a aquellos productores que por encontrarse en zonas aisladas no puedan recibir la asistencia de los inseminadores.
Y es que los integrantes de la Brigada de Reproducción y Veterinaria de la Empresa Agropecuaria de Amancio saben que el desarrollo ganadero de Cuba está también en sus hábiles manos.

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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