Empresarios de la Federación Centroamericana del Sector Lácteo (FECALAC) analizaron esta semana, en San Salvador, los excedentes en la producción de lácteos. La situación se debe a incrementos en la producción de Nicaragua y Honduras, que han generado propuestas para que estos excesos no afecten los mercados nacionales de cada país de la región.
“(Además de Nicaragua) también Honduras tiene excedentes y en El Salvador ha venido creciendo la producción nacional. Lo que estamos viendo es que esos excedentes no incidan en los mercados internos”, afirmó Wilmer Fernández, presidente de la Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo (CANISLAC).
El vocero de la gremial de Nicaragua explicó que se están buscando más destinos de exportación, como República Dominicana, Cuba y Chile, aunque en este momento, es El Salvador el principal comprador. “Para nosotros representa el 53 % de nuestras exportaciones en todos los derivados lácteos”, dijo.
De hecho, El Salvador es el principal destino de las exportaciones centroamericanas de leche y de sus derivados con 34 % del total, según datos de 2015 publicados por la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA).
Según, Alfonso Escobar, presidente de la Asociación de Productores de Leche de El Salvador (PROLECHE), hay una propuesta pendiente para construir una planta para hacer leche en polvo, que podría ser una alternativa para los excedentes de producción. Agregó que esos excedentes son “estacionarios”, pero que el mercado de consumidores de lácteos y sus derivados no tiene esa dinámica.
Fernández mencionó que además de la posibilidad de la planta deshidratadora hay una multinacional interesada en surtirse de leche de Nicaragua.
Durante la reunión de FECALAC, la nueva presidente, Vilma de Calderón, (salvadoreña) explicó que uno de los logros del sector centroamericano ha sido el aumento en el comercio intrarregional.
“La ilusión era incidir en las negociaciones para incidir en el comercio regional”, dijo. En ese sentido, explicó que se ha reducido la importación de países que no pertenecen al istmo.
Escobar explicó que hay libertad para importar, pero que se tienen que cumplir las normas de inocuidad. Señaló que, en el caso de los productos de Nicaragua, hay incidencias, como el caso de Lácteos El Recreo, que cerró en El Salvador después de que se encontraron quesos con salmonella.
La SIECA menciona en su informe que hay un fuerte componente de comercio informal, sobre todo de quesillo, entre Nicaragua, El Salvador y, en menor medida, Honduras. Este comercio se da “sin el cumplimiento de las normas higiénicas y de inocuidad entre estos países, lo cual puede propiciar mucha competencia y volatilidad en los precios locales”. Nicaragua tiene actualmente un conflicto con Honduras que ha cerrado sus fronteras y alega que los nicaragüenses no están cumpliendo con las condiciones de inocuidad. Fernández explicó que se enviaban a Honduras 1.5 millones de litros de leche al mes, que ahora están “flotando” en el mercado.
De acuerdo con el presidente de CANISLAC, Honduras está poniendo “barreras comerciales inventadas” y alegó que no se están cumpliendo los acuerdos de integración centroamericana. “Esperamos esto se resuelva pronto, caso contrario acudiremos a un mecanismo de solución de controversia”, anunció.
Nicaragua también tuvo problemas para exportar sus productos lácteos a El Salvador y a Costa Rica, sin embargo, Wilmer Fernández explicó que estos casos ya fueron resueltos.
http://www.laprensagrafica.com/2017/06/30/c-a-busca-protegerse-de-sobreproduccion-de-leche