El presidente de los productores lecheros del valle alto, Antonio Camacho, informó que su sector dejó de entrega leche a la planta desde el pasado 30 de junio. El conflicto se debe a que la cooperativa adeuda a los productores lecheros el pago de 3 quincenas, que suman 1,5 millones de bolivianos aproximadamente.
“Estamos reclamando el pago de nuestras quincenas. Nos adeudan del mes de mayo y junio, lo que nos perjudica a los productores lecheros. Con ese dinero, nosotros compramos alimento para nuestro ganado, como también alimentamos a nuestra familia”, indicó Camacho.
Al margen de la cancelación de la deuda, los productores exigen la devolución de un cupo de cáscara de soya que se tiene en la fábrica de aceite SAO, y una auditoría financiera a la cooperativa Ilva.
“Nos hemos visto obligados a realizar la toma de la planta exigiendo una solución a este conflicto (…) pese a que nosotros somos los más perjudicados. Nosotros echamos leche de 12 mil a 13 mil litros por día y lo que estamos haciendo ahora es hacer queso, quesillo y lo comercializamos en los mercados del valle alto y la ciudad”, señaló Camacho.
Este medio intentó contactarse con la parte administrativa de ILVA, pero no se tuvo éxito.
Actualmente, continúa la toma de la planta de ILVA y los productores no descartan radicalizar sus medidas de presión instalando piquetes de huelga de hambre.
Desde la gestión pasada, los productores lecheros atravesaron varios problemas con la administración de ILVA. El primero fue el cobro de los 0,50 centavos por litro a consecuencia de la facturación en la venta de desayuno escolar. El segundo problema que atravesó el sector se dio por la rebaja al precio del litro de leche de 3,70 a 2,90 bolivianos sin recibir ninguna explicación.
En ambas ocasiones, los productores tomaron instalaciones de la planta, logrando resarcir las decisiones asumidas por la administración de la empresa.
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