Hace días que se viene hablando de la dura situación que atraviesan los tamberos ante la devaluación abrupta de las últimas semanas, es una realidad que el sector conoce, y suponemos que las autoridades también, pero ver los números reales de cómo se ha distorsionado la balanza entre ingresos y egresos es muy fuerte.
Mientras la suba del dólar tomando el último año calendario (junio 17 a Junio 18) ha sido de un 63%, el precio al productor en pesos sólo reconoce un incremento de un 14%, lo que significa que en dólares el recio ha caído en el último año un 30%.
Coincidentemente con el precio al productor, el mix de productos lácteos en góndola también refleja un incremento de un 14% en pesos. Para la industria también hay un retraso, ya que insumos como gasoil o electricidad subieron un 37%.
Pero sin lugar a dudas en el tambo es donde más se siente, ya que el alimento del ganado se ha incrementado entre un 64 a un 96%, dependiendo del tipo de alimentación que se utilice.
Pero además, la soja ha subido un 93%. Teniendo en cuenta que casi la mitad de la lechería se desarrolla en campos alquilados, y muchos de ellos a valor soja, la situación muestra la dureza del corrimiento.
Este es el informe de PLASSACO:
Autor: Damián Morais