El movimiento cooperativo tiene una fuerte participación en el sector y vínculos con universidades y centros de investigación.
“Estuve hace cinco años en Estados Unidos, y la impresión que tengo es sobre los profundos cambios que se desarrollaron tanto a nivel de los tambos como de la industria. Además, se está mostrando cada vez con más fuerza como un jugador de peso en el mercado global”.
La frase pertenece a Oscar Carreras, titular de Sancor, quien junto a otro grupo de representantes de cooperativas lácteas, acaba de concluir una visita por el país del Norte.
“En líneas generales, ellos practican una lechería intensiva (estabulada o a corral), aunque todavía es posible ver en algunos estados, como Wisconsin y Minnesota, establecimientos pastoriles. La novedad es el gran desarrollo de tambos en California, con enormes planteles”, señala.
Carreras compartió el viaje junto a Ercole Felippa, titular de Manfrey, representantes de las cooperativas de Arroyo Cabral, James Craik y de la provincia de Santa Fe.
A la hora del balance, el titular de Sancor elogia la fuerte vinculación que tiene el movimiento cooperativo con universidades y centros de investigación, que se concentran específicamente en temas tales como genética, sanidad, manejo de los establecimientos, informática y forrajes. “Se focalizan en lo que necesita el productor para que el negocio crezca y gane en productividad”, explica.
Sobre este salto, Ercole Felippa mencionó que “por cada kilo de materia seca que consume el animal, se obtiene un litro de leche. En la Argentina, la relación que tenemos es dos a uno. Además, allí los costos fijos son sólo el 25 por ciento de la producción (menor especulación sobre el valor de la tierra), en tanto que aquí esos costos suponen el 75 por ciento de la explotación”.
Cómo se organizan
A la hora de evaluar la organización cooperativa en un país dominado por los principios capitalistas, los visitantes señalaron que existen, a grandes rasgos, cuatro tipos de asociaciones.
Cooperativas pequeñas. Son reducidas en el número de establecimientos, pero explotan “nichos” muy bien logrados del mercado.
Pools lácteos. Son manejados por muy pocas personas, y se dedican a la comercialización. Actúan con un esquema similar a los pools sojeros en la Argentina.
Cooperativas industriales. Compran leche y se dedican a industrializarla en diferentes productos, con gran desarrollo.
Cooperativas “ni”. Son medianas organizaciones, con buena presencia en el mercado, pero no son grandes jugadores ni se especializaron en determinados nichos. Tienen un futuro incierto.
Estados Unidos produce unos 94 mil millones de litros al año, el 85 por ciento en manos de cooperativas. Una de ellas llega a procesar unos 13 mil millones; supera la producción total argentina, que en 2011 superó los 11 mil millones de litros (40 por ciento a cargo de Sancor).
Según el informe que difundió ayer la Cámara de Exportadores Lácteos de Estados Unidos (Usdec, según sus siglas en inglés) los precios internacionales están entre 20 y 30 por ciento por debajo de los de un año atrás, por lo que se esperan “tensiones” en el segundo semestre. Pero las perspectivas son buenas en el mediano plazo.
Inversiones
Para mantener su competitividad e incrementar en forma paulatina su producción al 4,8 por ciento por año, la Argentina necesitaría inversiones anuales por 461 millones de dólares, según un reciente trabajo de Juan Manuel Garzón (Ieral-Fundación Mediterránea). Éstas deberían destinarse tanto a la industria como a los tambos, y a mejorar el capital de trabajo de los productores.
Sobre el tema, Carreras acaba de participar en un encuentro de tamberos nucleados en Sancor (1.500 establecimientos) con directivos del Banco Nación y destacó el interés que observó para lograr préstamos destinados a mejorar la capacidad de almacenaje de forrajes, nuevas tecnologías de ordeñe, informática y ampliación de planteles.
Previo a su viaje a los Estados Unidos, estuvo en China, donde recibió el primer contenedor de productos lácteos que incluía quesos exportados a ese país por la cooperativa con sede en Sunchales. La industria prevé crecer este año 14 por ciento.
Para Felippa, el cooperativismo –que posee 20 por ciento del mercado argentino– puede aumentar su participación con un salto de productividad en litros por hectárea; un manejo profesional de las entidades y a través de la vinculación con los centros de investigación, como sucede en Estados Unidos.
Volúmenes 94,4 mil millones de litros es la producción anual de leche en los Estados Unidos. Una cooperativa procesa unos 13 mil millones de litros.
Productividad. Evolución. “La ganancia en productividad que alcanzaron los tambos en Estados Unidos es sorprendente. Por cada kilo de materia seca que consume una vaca, se obtiene un litro de leche. En la Argentina, la relación que tenemos es dos a uno”, explicó Felippa.
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