El sector padece hace más de dos años una crisis producto de cuestiones internas y externas• Los tamberos se sienten cada vez más afuera del negocio.
La realidad del campo es tan diversa como la extensión de la Pampa Húmeda: donde hay sectores agropecuarios que están en alza como la siembra de maíz o el ganado y otros en franco declive como los productores porcinos y los tambos. “al productor tambero hace dos años que la viene pasando muy mal. Todo ha aumentado y la ecuación se les ha complicado” comenta el veterinario Ignacio Bustos, tesorero de la Sociedad Rural de Mercedes y agrega “ha habido muchos tambos que han cerrado: en Santa Fe y Córdoba por las inundaciones” y Mercedes y la región no escapan a las generales de la ley.
“El problema de la leche es un problema mundial y en la Argentina se agudizó” comenta Bustos que es categórico “el sector no aguanta más y “se ve que hay tambos, los más chicos sobretodo, que han bajo producción y todos los tambos tienen muchas menos vacas en producción”.
Tal es la gravedad del problema que a principios de este mes, de la mesa con todos los actores del sector convocados por el Ministerio de Agricultura, los tamberos se levantaron y dieron el portazo y la razón de este malestar es que en la actualidad “el porcentaje que perciben actual es el más bajo de la historia y el productor siente que se está quedando prácticamente fuera”. Esto se observa a simple vista en las góndolas donde un litro de leche promedia unos 16 pesos el litro y de ese total “el productor es el que menos recibe”.
La economía de la leche
Para producir leche se necesitan “de tres a cuatro años para que una vaca empiece a dar leche” explica Bustos y en este proceso hay mucha inversión que no se ve, desde la genética hasta las pasturas, porque “el pasto que come la vaca se siembra” y en algunos lugares como en Santa Fe y Córdoba, las inundaciones arrasaron con esos campos “y se perdió mucha inversión”.
“Los tambos hoy es el que más mano de obra y trabajo da” comenta el veterinario y menciona a una lista interminable de trabajadores y operarios que intervienen en el funcionamiento de un tambo. Además de eso, hay tradiciones familiares enraizadas con la actividad como los Telechea, los Vidar o los Despalanque, para mencionar solo algunos.
No obstante el ánimo de los tamberos es de darle pelea a la situación: “en rasgos generales están a la expectativa de cómo se van desarrollando las cosas” señala Bustos que recorre en una breve síntesis algunos sectores del agro como “el trigo se mejoró la expectativa, la ganadería está mejor que en otras épocas. Pero la producción porcina está con grandes dificultades y los tamberos es el sector que peor está pasando”
El sector reclama previsión de las cosas, políticas a largo plazo y también que se involucren todos los actores del sector porque hay cosas que no tienen sentido, no guardan una lógica y Bustos lo grafica de la siguiente manera: “un litro de leche, vale 16 pesos. Somos el país que consume en el mundo más gaseosa por habitante y en la góndola un litro vale cerca de 30 pesos. Y eso que la leche es un alimento y las gaseosas no”.
La situación es tan compleja que “hemos perdido las relaciones” señala Bustos y remata “hay cosas que no se entienden, desfasadas y que no tienen lógica”.
Despalanque: “El pato lo paga el tambero”
En el partido de Mercedes hay aproximadamente entre 30 y 40 productores lecheros y en Suipacha otros tantos aunque hace 30 años atrás solía haber cerca de 200.
Eduardo Despalanque es uno de esos pocos productores lecheros que la sigue peleando en Franklin aunque la situación “está muy difícil”.
Y Eduardo tiene una visión de la situación particular: “la lechería es como que no tenemos fuerza los productores” arriesga como una explicación de lo que se vive.
Otra explicación de la situación pasa por el sector gremial en las fábricas donde “Atilra –los trabajadores de la industria lechera – tomó un poder sobre la fábrica que me parece bárbaro que ganen lo que piden, pero de algún lado tiene que salir eso. Les dieron mucho y alguien tuvo que pagar y el pato lo pagó el productor lechero” dice.
La realidad de los números en el sector se grafica con este ejemplo que da Despalanque “en los grandes supermercados, ganan 4 pesos por litro, solamente por exhibirla, y nosotros cobramos lo mismo, a dos meses, con todo el sacrificio que es sacar el litro de leche. Con inundación, con la comida que se pudre, el gasoil que sube” explica y agrega “hoy el costo debe estar en 5 pesos con cincuenta. Y ya ni sacamos los costos”.
“Desde Carbap y la Sociedad Rural están informando que cerraron aproximadamente unos mil quinientos tambos. Los que cerraron en mi zona son gente mayor. En Trenque Lauquen cerraron muchos” cuenta Eduardo que señala que “ahora, la lechería anda mal. Cuando entró este gobierno sacó retenciones al maíz y se disparó pero la leche se quedó, no subió junto al maíz. Se fue a las nubes el costo de los insumos.”
Esta disparada en el maíz complica mucho porque “el maíz integra un 70 por ciento de la dieta alimentaria de las vacas que se suplementa con ración entre 3 litros y 10 más silo”.
“La leche tuvo un repunte de abril a la actualidad: de 3 pesos en diciembre y en abril entramos a 3,4 y ahora en 4 pesos” detalla Despalanque sobre la evolución de las ganancias de los productores pero lo cierto es que “los precios los ponen las empresas grandes.”
“Los libros te decían que la ganancia de la producción lechera se dividía en tres tercios: 33 por ciento para el productor, otro tanto para la fábrica y el restante para la comercialización” explica el productor de Franklin pero la realidad es que “hoy estamos en un 17 por ciento los productores y el resto se lo llevan los otros”.
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