A seis años de su creación, el grupo Crea Tambero Villa María salió a la luz hace unos días, en una jornada realizada en la Sociedad Rural de esta ciudad. Allí se propusieron darle visibilidad a una metodología de trabajo que les permite mejorar la eficiencia de sus empresas y la relación con su personal.
Su forma de trabajo, como dijo uno de los integrantes, es abrir las tranqueras de madera y las metales para otros entren a su establecimiento y opinen sobre su trabajo.
El grupo está formado por Guillermo Orso como coordinador, Damián Visconti, Lucas Piccoletti, Emiliano Leuthold, Lucas Beltramino, Matías Beltramino, y Osvaldo Belacín. Las explotaciones están situadas en Villa María, Oliva, La Playosa, Etruria y Costa Sacate. Los asesora el veterinario Ariel Montilla.
Este grupo tambero nació en 2012 y comenzó a caminar como un grupo de amigos que disfruta de toda la actividad del movimiento Crea, cuenta Orso. Tienen un perfil fundamentalmente empresario, en el que hablan más de ese aspecto de los tambos, que de vacas y pasturas.
Presentación
En la Sociedad Rural Villa María, el grupo hizo su primera presentación pública en la Jornada de Actualización Técnica (JAT). Además de darse a conocer, fue para mostrar en la zona cómo es la actividad Crea e invitar a acercarse al movimiento.
El foco estuvo puesto en las relaciones con el personal, uno de los problemas más acuciantes del tambo. También fijar conceptos para equivocarse menos a la hora de encarar una inversión.
De la charla participaron Guillermo Orso y Osvaldo Belacín, integrantes del grupo Crea Tambero Villa María, el asesor Ariel Montilla. Además de Gerardo Irouleguy, del grupo Laboulaye, y Gustavo Ardanaz, asesor que está en el movimiento Crea desde 1979.
Osvaldo Belacín dijo que incorporarse al grupo le ayudó a tomar decisiones difíciles. “Me costó un montón mostrar lo que tengo. Lo que más traba a la gente es abrirse al compañero, expresarse. Hay que abrir la tranquera de madera, pero más importante es abrir la tranquera mental al vecino. Un productor solo no puede adaptarse al cambio”, reconoció.
A su lado, el asesor Ariel Montilla comentó que con el productor se construye una relación cercana que da permiso a preguntar profundamente. “Si no hay vínculo y confianza, no se puede sentir proximidad. Desde ahí es donde comienzan las conversaciones que hacen más productivo el trabajo”, reflexionó.
Gerardo Irouleguy, que fue presidente del grupo Laboulaye y vocal zonal representando a 17 grupos en Buenos Aires, dijo que cuando comenzó en la función era un productor, y cuanto terminó “era otro”. Por el conocimiento adquirido y las relaciones humanas forjadas.
Para Ardanaz, esto se da porque los grupos Crea permiten “salir adelante”, comparando con otras experiencias. “Pasar una crisis solo es terrible. Los compañeros dan ánimo”, apuntó.
Ventajas
Al momento de hablar sobre las motivaciones de formar un grupo, Belacín mencionó ser más eficiente en la empresa y en la producción, además de sustentable en lo social. Para Guillermo Orso, lo interesante es saber cómo tener una empresa más rentable, vivir mejor y mejorar la relación con el personal.
Como todos los grupos Crea, en el de Villa María se trata de compartir experiencias y aportar opiniones. Mensualmente tienen la visita de un asesor con el que charlan sobre alternativas en el manejo de empresas, visitan uno de los tambos, y se opina sobre los números y otros aspectos.
El grupo es integrado por cinco empresas. Dos con modelos intensivos, con vacas confinadas; otros dos son semi-intensivos, y el restante es un tambo netamente pastoril. Esta diversidad permite comparar datos y tener bien claro cómo funciona cada sistema.