Las empresas líderes de productos juegan un papel preponderante en la formación de precios, pero rara vez esto es advertido por los consumidores.
oco consideradas y poco probadas, las “segundas” marcas en los supermercados aparecen como una alternativa que, si bien no solucionan el problema de la economía doméstica, ayuda a paliar los gastos. Paralelamente, disminuye el caudal de demanda hacia las compañías líderes, insospechadas “formadoras de precios”.
Como encargado de uno de los supermercados de nuestra ciudad, Oscar Cisneros sostiene que es ahí donde se genera la inflación. “No he escuchado a ningún funcionario del Gobierno anterior ni del actual decir: ‘tenemos que controlar las grandes empresas líderes formadoras de precios’”.
A esto se suma la preferencia del consumidor que descarta de plano la compra de marcas alternativas a las más publicitadas. “En la leche, la gente tiene para elegir. Hay buenos productos, lo que pasa es que por ahí no los conocen y tampoco los llevan para probarlos”, contó el encargado y puso como ejemplo el caso de Serenísima. Encara una “pelea” con el sector tambero, cuyos trabajadores “se levantan a las tres de la mañana para juntar la leche bajo lluvia, sol y viento, todos los días”. La empresa le ofrece $ 2,50 por cada litro y en el supermercado se vende a $ 16,90. “La gente tiene que buscar alternativas y no tanto las publicidades”, recalcó.
La multinacional Coca Cola, por su parte, aumenta sus precios “rigurosamente” entre un 30 y un 40% anual. “Hace dos años venía aumentando entre un 20 y un 35%; el año pasado llegó al 40% y este año ya lleva tres incrementos del 15% y recién estamos en abril”, comentó.
Impacto de las tarifas
Los propietarios de comercios se van amoldando a las nuevas tarifas de energía eléctrica, gas y agua; no sin antes considerar más incrementos en los productos de la góndola para solventarlos.
Cisneros explicó que aún no los aplicaron, pero la intención es hacerlo “gradualmente”. “El Gobierno se equivocó en aumentar así. Si bien decían que estábamos en emergencia eléctrica, aumentar un 300% la luz a todo el país no es la cuestión”.
“Los principales perjudicados de toda esta situación somos los trabajadores, tanto del sector privado como del público, provincial y municipal y los jubilados que cobran la mínima”, enfatizó.
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