Por el tiempo que requiere para su desarrollo y la contraposición con plazos económicos y políticos tan cortos, el balance del Subsecretario de Lechería de la Nación, luego de la visita al corazón lechero santafesino, es positivo, pero con muchos desafíos para poder generar un despegue en ascenso para este sector endeble y que tiene tanto en riesgo.
Por Elida Thiery – La semana anterior la lechería en toda la región vivió algo inédito, que fue la visita de un funcionario nacional del área, conociendo las realidades que se fueron dando en los últimos años y las alternativas que se presentan en este 2016 que tiene pronósticos en baja y mucha preocupación a cuestas por parte de los productores.
La gira por Santa Fe de Alejandro Sammartino terminó el sábado en la láctea San Ignacio, luego de visitar el tambo robotizado del INTA Rafaela. En una mañana por demás cálida, pero en la que se pudo exhibir a la perfección el potencial de este sistema de ordeño y ordenamiento de una explotación, CASTELLANOS habló con el funcionario para conocer el balance de la gran cantidad de encuentros donde se le plantearon todos los pedidos y en los que él acercó las posibilidades de solución.
Aunque con algunas miradas diferentes de lo que le pasa al tambero y lo que espera el Gobierno Nacional de una actividad que empezó el año en baja, con un fuerte golpe la semana anterior con la baja de más del diez por ciento en la leche en polvo y con una perspectiva de más declives en este commodity para las próximas subastas globales que marcan la tendencia y no podrán llegar al anhelo de los cuatro pesos por litro para abril como lo planteara el propio Sammartino en la Rural rafaelina el miércoles pasado. Lo bueno fue poder ver el encuentro de entidades, instituciones, empresas y productores con quien tiene en sus manos la recuperación sectorial o al menos de quien depende la promoción de políticas.
«El balance que hago de esta experiencia en Santa Fe es muy positivo. Personalmente, las sensaciones más fuertes se dieron con los productores que están con un sentimiento de angustia por un lado, por la difícil situación que les da cierto ahogo; y por el otro con la manifestación de la bronca del destino de una lechería que hace diez años o más está a la deriva». Esto lo lleva a concluir que «en un negocio a largo plazo como es la lechería, en un país tan cortoplacista, es un problema, porque se trata de un negocio de alto riesgo».
Sammartino reconoció que en muchos de los encuentros con productores se encontró con situaciones emocionales muy fuertes. «A muchos se les notaba que les salía de las vísceras, del corazón, la frustración de años sin poder avanzar. Ya lo había vivido en Córdoba y en Santa Fe me encontré con casos muy fuertes, como el de un hombre en Esperanza al que fui a abrazar, para poder contenerlo». Más allá de esto, la actividad que fue agotadora, le permitió corroborar el buen rumbo de trabajar en agendas comunes con los gobiernos de las provincias. «Tuvimos ya tres reuniones con las entidades de la producción y la industria y esto nos permite mirar todos para el mismo lado, incluyendo a los estados. Por eso, parte de la idea de generar confianza en la cadena está dada por este tipo de encuentros en los que se empiezan a intercambiar miradas y situaciones, sobre todo con un mejor manejo de datos e información del sector, por eso vamos a avanzar con este modelo de Observatorio Lácteo, en el que se pueda discutir desde los modelos de precios, en el que vamos a trabajar mucho con el INTA, porque tiene una capacidad de generar información a campo, pero también vamos a avanzar en los costos de la industria, en la cadena de valor y queremos abrir nuevos mercados».
Aunque en las últimas horas se confirman novedades poco alentadoras para SanCor en vínculo con Venezuela, el trabajo de promoción de la lechería argentina no se va a detener y es en la interacción con todos los estratos sociales, productivos y económicos vinculados al sector donde se centrará el eje de acción de la Subsecretaría. «Tenemos que reorganizar la lechería, hacia una actividad que sea normal, ordenada, transparente, que pueda exportar, que sea protagonista en los mercados, que brinde oportunidades a todos los eslabones de la cadena», asumió.
«En un año que no va a ser tan sencillo, no vamos a esperar a marzo para ver cómo sigue la cosa, sino que la seguimos monitoreando, donde la industria colabora mucho, para evaluar el sobrestock que se tiene por los mercados que son actualmente malos y además por la arbitrariedad y el error de un Gobierno anterior que pretendió manejar las ofertas y meter muchos productos en el mercado interno, para tratar de tener una mesa de los argentinos económica, que fracasó porque las exportaciones nunca compitieron con eso y además, porque se destruyeron muchas cadenas de valor». Con unas 90 mil toneladas de exceso de productos rondando a la lechería, el Subsecretario de Lechería pretende «sacar ese sobrestock entre todos, día a día, trabajando con la industria, ofreciendo los productos por todos lados y en el interín, intentar conseguir nuevos mercados para estar preparados en el momento que vengan los nuevos excedentes, para que no nos agarre dormidos, ya teniendo herramientas de financiamiento y mercados abiertos», resumió.
Es remarcable que esta semana, la Federación Agraria Argentina hará en Laboulaye, Córdoba, una asamblea para que los federados planteen sus situaciones actuales, mientras que para el martes 16 las entidades en general se reunirán en San Francisco para elaborar una puesta en común que permita adelantar miradas y objetivos en un sector que no se resuelve con subsidios, sino con medidas de fondo, muy ligadas al repaso de la rentabilidad en la cadena de valor, mientras el resto de las ayudas del Gobierno se terminen de poner en marcha y más allá de lo que tenga por escrito el acuerdo-marco firmado hace más de un mes en Venado Tuerto.
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