Por ANDRÉS LOBATO. A casi un año del desembarco de Leonardo Sarquis al frente de la cartera bonaerense de Agroindustria, su gestión ofrece varios puntos para el análisis.
Con un sector lechero que vive una compleja situación, un presupuesto asignado por la gobernadora María Eugenia Vidal con aroma a poco y un proyecto de ley de agroquímicos que no termina de convencer, los desafíos que enfrenta el ministro son de todos los colores posibles.
Si bien el precio de la tonelada de leche en polvo mostró en estos días un marcado repunte, y con un valor cercano a los 3.300 dólares es una buena noticia para el sector, los problemas estructurales de la lechería están muy lejos de encontrar una salida en el corto y mediano plazo.
Uno de los principales escollos de los productores es el bajo precio que reciben por la materia prima, con el agregado de la notoria distorsión que se registran en la formación de los precios al consumidor. En este escenario, el ministro reconoció que el próximo año, los tamberos recibirán un mejor precio de leche en tranquera, pero por el ajuste a la baja que experimenta la producción, que cerrará con un descenso cercano al 13 por ciento, y se prolongará durante 2017.
Y si bien no corre peligro el abastecimiento de lácteos al público, la realidad es que la materia prima para la producción de todos los derivados lácteos cotizará cada vez más en alza. “La leche será un bien preciado y se pagará más, producto de una situación que no debería pasar”, reconoció Sarquis, en diálogo con REALPOLITIK. Desde Agroindustria buscan combatir la distorsión de precios a través de la transparencia de costos en la cadena, y en este camino se encuentra Juan José Linari, director provincial de Lechería.
En sintonía con el gobierno del presidente Mauricio Macri, que con su asignación presupuestaria al ministerio de Agroindustria nacional hace tambalear a varios organismos que se encuentran bajo su órbita, la gobernadora Vidal solo incrementó en un 39 por ciento el dinero destinado para el campo bonaerense a partir de 2017.
En el eje discursivo de Cambiemos, el sector agroindustrial es una herramienta estratégica para el desarrollo nacional, pero al momento de asignarle partidas presupuestarias, estas intenciones naufragan de manera estrepitosa. Consultado por esta situación, el ministro Sarquis sostuvo que su cartera trabaja en conjunto con otras dependencias del estado provincial, y agregó que hay que buscar líneas de financiamiento. Y también redobló la apuesta: “Yo no voy a pedir plata, voy a generarla”.
La regulación en materia de agroquímicos es otra de las cuestiones delicadas que debe enfrentar el ministro, que en relación a este tema mantuvo esta semana una reunión con la comisión de Asuntos Agrarios de la cámara baja bonaerense.
En el ámbito de Buenos Aires se encuentra vigente la ley 10.699, que regula el uso de agroquímicos, pero que ningún municipio cumple. Y en paralelo, se encuentra en carrera un proyecto de ley presentado por el senador Alfonso Coll Areco, que ya cuenta con media sanción en la Cámara de Senadores y espera su aprobación en Diputados.
La postura de Sarquis frente a este proyecto es crítica. “Si se aprueba, lo primero que diría es que no lo quiero, no porque esté mal hecho sino porque hay muchas cuestiones que no termina de abarcar”. Desde su mirada, la iniciativa del senador del bloque Peronismo Bonaerense debe ser revisada y corregida en detalle, para lograr una normativa abarcadora.
De todas maneras, y una vez que se encuentre la legislación que reemplace a la ley 10.699, queda una pregunta sin responder. ¿Cómo se implementará en el ámbito de los 135 municipios de la provincia?. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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