Con la consumación que en breve la cooperativa láctea Sancor dispondrá el sucesivo cierre de en principio cuatro plantas, la crítica situación del sector se ve agudizada. Inclusive el gobierno de la provincia de Córdoba refirió que su “reestructuración” parece “inevitable”.
Ayer, en reunión con representantes del Ministerio de Agricultura de la Nación, a los trabajadores de la planta que la firma tiene en Brinkmann les aseguraron que “por ahora se seguirá trabajando normalmente”, aunque reconocen que “la incertidumbre es total” y los empleados viven “el día a día”.
Fernando Daniele le confió a radio Universidad que desde Sancor la idea es “desactivar” el depósito ubicada en el este provincial, para “concentrar tareas por una cuestión de costos”. El representante gremial señaló: “La situación se agravó porque se pasó de producir 4 millones a 1,5 millones de litros de leche. Sabemos que van a licenciar gente por 30 días y ver qué pasa con la (producción de) leche”.
Pese a no querer politizar la cuestión, para Daniele “no fueron leales” desde el gobierno nacional, haciendo referencia a que el propio Buryaile adujo parte de la crisis a ‘un aumento del 40% a los trabajadores’.
“Podemos demostrar que nuestros salarios no inciden en más del 20% en el costo laboral. De hecho entre junio y octubre tuvimos un aumento del 23% y habíamos acordado otro 13% en enero, pero el mismo gobierno no lo homologó y creo que ninguna empresa lo está pagando” indicó al programa Cara y Cruz.
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