Es necesario ver hacia adentro sin buscar el echarle la culpa a otro, porque es casi directamente proporcional el éxito de las Cooperativas a el grupo de gente que las gestiona.
A los que estamos en el sector siempre nos costó entender las diferencias en la cantidad de empleados, el monto de los sueldos y las adiciones de esta empresa respecto a sus competidores. Pero es necesario aceptar el problema que esto implica: si su administración que viene en déficit año tras año no toma las medidas para corregirlo: ¿Qué le ocurre patrimonialmente?. Porque entiendo que al igual en cualquier casa de familia, se puede ir abajo en las cuentas un tiempo, pero no en forma crónica y seguir ocupando el lugar.
En otro aspecto, Atilra como gremio poderoso que es, no puede lograr una forma de construcción conjunta. ¿Tan difícil es lograr una situación de bien común?. Entender que hay que acompañar al aggiornamiento de los tiempos, algo que contenga junto con las demandas una idea de mediano o largo plazo. También acompañar y formar a sus asociados que por alguna circunstancia casi dogmática de pertenencia, ven como el esfuerzo y sus proyectos van en decadencia junto a la empresa pero siguen igual, antes las consecutivas demoras de pago.
“Es tan grande que alguien siempre la va a salvar”, o “la marca se vende sola”, se suele escuchar. Pues bien, sepan que siempre “otro” paga esas pérdidas, además de ellos mismos, y no sólo del sector. Lo paga la sociedad, el abandono del campo, el anillo cada vez mayor en la periferia de las ciudades, le transferimos malestar a las generaciones futuras.
Como demostración de que se puede, la Cooperativa neocelandesa Fonterra es un referente mundial. Lamentablemente esta recurrencia de crisis, el no decir las cosas claras, el miedo a comunicar por distintos motivos, los intereses creados, nos dan penosamente un marco clásico argentino de lo que pudimos haber sido y no pudimos ser.
Ing. Agr. Federico Alonso
http://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2017/04/08/laregion/REG-07.html